Fracaso de las políticas contra el abandono

El abandono estructural tiene visos de estar instalándose entre nuestra juventud. Es cierto que los datos muestran un descenso progresivo de las tasas de alumnos que no continúan estudiando una vez superada la ESO, pero también es cierto que parece que hay un porcentaje que no desciende por mucho que pasen los años. El problema, no aplicar de manera continuada políticas encaminadas a que esos alumnos superen ese techo que les impide avanzar. Hay comunidades donde se han aplicado políticas –especialmente dirigidas a los varones– para aimarles a seguir estudiando. En otras, las políticas o no se han aplicado o se ha hecho sin la continuidad necesaria. El resultado es que tenemos cerca de un 18% de jóvenes (casi un 22 por ciento de chicos frente a un 14% de chicas) que no siguen formándose. La mayoría se concentran en Baleares (24,4), Andalucía (21,9), Murcia (21,1), Canarias y Extremadura (20,9), Castilla-La Mancha (20,5), Comunidad Valenciana (20,2), Ceuta (23,4) y Melilla (29,5).