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Extremadura, la que más gasta en Educación, Madrid la que menos

El gasto público educativo ha aumentado en 2017 un 3,6%, pero con incrementos desiguales. Navarra, Comunidad Valenciana y Baleares han sido las CCAA que más han incrementado el gasto.
Diego FranceschMartes, 21 de mayo de 2019
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Muchas veces nos hemos preguntado a qué responden las diferencias en los principales indicadores educativas según la comunidad autónoma de que se trate. Ahora que estamos ante unas nuevas elecciones autonómicas y municipales parece oportuno volver sobre ello. La primera aproximación a estas diferencias nos la aporta el presupuesto dedicado a Educación. Si analizamos comunidad por comunidad vemos que hay una diferencia enorme entre el gasto público de Extremadura (5,5% del PIB) y el de Cataluña (2,9%) o la Comunidad de Madrid (2,3%).

Pero a ello hay que añadir otras variables, pues no todo se agota en la variable gasto público, sino en su evolución en el tiempo, en la aportación del gasto privado, en el porcentaje de enseñanza privada o concertada o en el uso que se haga de ese presupuesto.

Según el estudio de la Fundación Fideas presentado esta semana, las diferencias entre todos estos indicadores «están claramente condicionadas por la situación de partida y la escasez de recursos que gestionan las comunidades autónomas».

Además, hay que tener en cuenta que estas diferencias entre comunidades servirían para algunas formaciones políticas de argumento para recentralizar la Educación y como contrapeso hacia las tendencias nacionalistas en auge.

Evolución de los indicadores

No obstante, el estudio de Fideas no es negativo en cuanto a la evolución de los indicadores por comunidades, pues salvo uno (y este con un pequeño retroceso) los indicadores muestran una «mejora en la escolarización, los recursos y en los procesos y resultados, así como una patente reducción de las diferencias en ellos entre las distintas comunidades autónomas».

Hay que tener en cuenta que estas diferencias entre comunidades servirían para algunas formaciones políticas de argumento para recentralizar la Educación y como contrapeso hacia las tendencias nacionalistas en auge

En el primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años) la escolarización ha crecido en más de 25 puntos porcentuales. En las tasas de escolarización a los 3 años se ha producido una práctica convergencia entre todas las comunidades.

En la escolarización a las edades postobligatorias (16 y 17 y de 18 sólo los escolarizados en etapas no universitarias) se ha producido igualmente un incremento: de siete puntos porcentuales a los 16 años; de 15 puntos a los 17 años y casi práctica convergencia; y de seis puntos a los 18 años e importante reducción de la variación entre comunidades.

«Ello ha sido posible –señala el informe– en parte por los efectos de la crisis (altísimo paro juvenil por encima del 50%) y también por los programas de la LOE de incremento de la escolarización, asignados a las comunidades con criterio compensador». Todos ello ha hecho que se gane en años en el indicador de esperanza de vida escolar no universitaria, que alcanza una alta convergencia entre comunidades.

Gasto por alumno

En el gasto por alumno de centros sostenidos con fondos públicos (datos desde 2004 a 2016) se ha producido un primer aumento, el posterior descenso por la crisis y una subida hasta alcanzar valores por encima de los de partida, y ello en un contexto de incremento de alumnado.

La variabilidad entre comunidades se ha reducido levemente, oscilando en sentido contrario al indicador: disminuye cuando aumenta el gasto y a la inversa. Lo mismo ha pasado –con oscilaciones más marcadas– en el indicador de gasto por alumno de centros públicos, si bien el coeficiente de variación es más alto y la reducción mayor.

En las tasas de idoneidad (porcentaje de alumnado de 12 y 15 años que va en el curso que le corresponde) hay tendencias diferenciadas: la de los 12 años nos muestra una reducción de 1,5 puntos porcentuales (en una tasa que ya presentaba valores bajos). Según el informe detrás de estos datos están los incrementos en la tasa de repetición en Primaria (de un 49% en 2015-16 sobre 2014-15) «derivados de la aplicación de los criterios Lomce de repetición por curso y no por ciclo».

La de 15 años presenta una evolución favorable: incremento de la tasa en 5,5 puntos porcentuales. Con todo, el informe reconoce que la tasa es alta, dadas los altos porcentajes de repetición en Secundaria, de los más altos de la OCDE y UE.

Resultados escolares

En cuanto a resultados, las tasas brutas presentan una evolución favorable, con claros incrementos en puntos porcentuales, aunque menos fuertes en la tasa bruta de graduación en la ESO, tanto la total (graduados a través de la ESO ordinaria, más los que titulan por PCPI, FP Básica o CEP Adultas), como sólo de la ESO ordinaria.

La variabilidad entre comunidades se ha reducido levemente, oscilando en sentido contrario al indicador: disminuye cuando aumenta el gasto y a la inversa.

De nuevo se percibe, según el informe, el efecto negativo (menor tasa y mayor variación) del primer año de aplicación de los criterios Lomce de titulación en 4º de ESO, en el curso 2016-17. «Los programas de refuerzo y apoyo (PROA, etc), suprimidos con la crisis (a partir de 2012) han estado detrás de las mejoras», dice Fideas.

En Bachillerato se gana en casi 7,7 puntos porcentuales y la variabilidad se reduce en un tercio. En FP de Grado Medio se incrementa la tasa y se reduce la variabilidad casi la mitad. En FP de Grado Superior también se incrementa la tasa y se reduce la variabilidad en un tercio. Con todo la Formación Profesional todavía presenta diferencias importantes entre comunidades.
El informe recuerda que la reducción de estas desigualdades «no se produce de manera mágica» y que «no es esperable que importantes e históricas desigualdades puedan corregirse en dos décadas, pero estamos en el camino y hay que concitar muchas voluntades para seguir avanzando por él».

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