Tareas pendientes para el futuro Gobierno

La sucesión de elecciones y de gobiernos que no rematan lo que emprenden en materia de Educación hace que los deberes se le acumulen al futuro ministro o ministra del ramo. Le aguardan distintos desafíos, empezando por la búsqueda de un recambio para una Lomce que, pese a que nadie la quería, suma ya cinco cursos en vigor; siguiendo por el aumento de la financiación, para que no sean las familias las que carguen con el déficit de inversión; y continuando por el abordaje, valiente y definitivo, de un Estatuto Docente. Deberá mirar a los ojos a ese elefante en la habitación que es el abandono educativo temprano y acometer la reforma de un currículum que, de rígido, extenso y poco adecuado para la profundización, se cae de las manos. Le aguarda el reto de dotar de competencias digitales a los alumnos que hoy se están formando para el mundo de mañana. O una nueva ley de universidades. Eso, si España no quiere quedarse rezagada y seguir dejando pasar cursos políticos sin los objetivos superados.