¿Era necesaria la exención del Máster de Secundaria este curso?

En plena crisis sanitaria faltan médicos y faltan profesores, y si en marzo y abril se tuvo que recurrir a médicos sin el MIR, ahora, en septiembre y octubre, no parece descabellado que se contrate a profesores que cumplen todos los requisitos salvo el Máster de Secundaria. A esta conclusión se llegó en la última reunión interministerial de Educación y Sanidad, celebrada el pasado jueves 24 de septiembre en Moncloa.

Así se hará, como por otra parte ya se hizo ya el curso pasado en Cataluña, «de manera excepcional y limitada hasta que concluya el presente curso». El Ministerio responde, dice, a las dificultades de las comunidades para encontrar profesorado para cubrir las contrataciones previstas en distintas especialidades, sobre todo en Formación Profesional, para hacer desdobles y con ellos reducir la ratio de alumnos por grupo.

Comunidades como la gallega han subrayado que en su territorio no se da este problema debido a la oferta pública de empleo de los últimos años, pero por si acaso se han apresurado a diseñar una especie de máster exprés para este curso. Tampoco ha habido este problema en la Región de Murcia o Baleares: «Tenemos la misma situación de todos los años. Con alguna dificultad para cubrir plazas muy específicas de FP como cocineros o peluqueros, en técnicas muy determinadas. Por ejemplo, cocineros que cocinan con hidrógeno, o profesores de alemán». O en Aragón, donde el consejero Felipe Faci ha reconocido que se ha dado en años anteriores en determinadas especialidades, sobre todo de FP. En Cataluña, pionera en tomar esta medida, se mantiene la situación que llevó en el curso pasado a tomarla, con necesidades sobre todo en Catalán, Castellano y Matemáticas en Secundaria, además de alguna especialidad específica de Formación Profesional.

Mientras, en la Comunidad Valenciana presumen de «un sistema ágil y automatizado de contratación del profesorado consensuado con los sindicatos pionero en España y que otras autonomías están siguiendo debido a su efectividad». Con hasta tres adjudicaciones telemáticas semanales les permite cubrir las bajas del profesorado en un tiempo medio inferior a los seis días. «Por tanto, el sistema educativo público valenciano está cubriendo todas sus vacantes y bajas por incapacidad temporal puntualmente y no tiene falta de profesorado».

En la Comunidad Valenciana se hace una gran adjudicación entre las bolsas de profesorado interino de las plazas vacantes ya completadas las comisiones de servicios, traslados, reincorporaciones y adjudicaciones al profesorado funcionario. Este año fue el 7 de agosto y en ella se ofertaron 15.660 plazas (6.251 de Infantil y Primaria y 9.409 de Secundaria), 5.000 más que el año pasado para garantizar el retorno seguro a las aulas. De todas las ofertadas, quedaron vacantes 95.

En una segunda fase se sacaron a concurso 1.600 plazas (las 95 no cubiertas y las vacantes por jubilaciones y jornadas parciales por reducción de jornada a fecha 31 de agosto), de las que quedaron sin adjudicar 60, que pasaron a las adjudicaciones continuas semanales, que comenzaron en la semana del 7 al 11 de septiembre. De las tres convocatorias semanales, las dos primeras, los martes y jueves, se hacen a las bolsas de interinos y en la tercera, extraordinaria o de difícil cobertura, los viernes, se ofrecen todas las vacantes que no se han cubierto porque no las ha solicitado ningún miembro de las bolsas. De esta forma, en primer lugar tienen prioridad los miembros de la bolsa de interinos de la especialidad correspondiente, después, miembros de otras bolsas de interinos que la soliciten y tengan la titulación requerida y, por último, aspirantes que la hayan solicitado sin pertenecer a las bolsas de interinos pero con la titulación requerida y el máster de Secundaria o equivalente. En la última adjudicación de difícil cobertura de la que se tiene datos, del viernes 18 de septiembre, se adjudicaron todas las plazas. Además, las personas que entran a dar clase por esta vía pasan a incorporarse a las bolsas de interinos.

«Por otro lado, gracias a un acuerdo con los sindicatos de 2010 y aún en vigor, también incorporamos a las bolsas de interinos a aquellas personas que se presentan a las oposiciones y aprueban la parte A y B del primer ejercicio. Esto nos permite ampliar y renovar las bolsas de aquellas especialidades que nos resultan más difíciles de cubrir, como es el caso de Matemáticas. Además, cuando esta doble vía (oposiciones y difícil cobertura) para ampliar las bolsas no es suficiente, convocamos bolsas extraordinarias. En Matemáticas, por ejemplo lo hicimos así en 2017 y 2018, y mediante oposiciones en 2019», explican desde la Conselleria.

«Con este sistema garantizamos que no nos falte profesorado. No obstante, nos cuesta más tiempo cubrir las plazas de aquellas especialidades docentes con más empleabilidad en el actual mercado laboral: Matemáticas, Informática y especialidades técnicas de FP como Fabricación Mecánica y las relacionadas con los ciclos de Informática, Redes de Comunicación y Diseño de Aplicaciones Web, pues las personas que tienen esta titulación académica, al encontrar trabajo fácilmente, no tienen entre sus prioridades ser profesor o profesora y cuando ven dar clases como una opción no han planificado sacarse el Máster de profesorado», prosiguen. Es por ello, señalan, que la exención este curso del Máster «será una ayuda para cubrir rápidamente las plazas en estas titulaciones tan específicas siempre como último recurso y de forma excepcional, a la espera de cómo el Ministerio plasma sobre el papel cómo implantar que este curso de forma extraordinaria la no solicitud del Máster de Profesor de Secundaria. Eso sí, a las personas que adjudiquemos una plaza por esta vía y no tengan el máster no las activaremos en la bolsa hasta que se saquen dicho título habilitante».

Otras comunidades no descartan encontrarse con este problema este curso, caso de La Rioja, donde, asegura Maribel Loranca, de UGT, escucharon por primera vez esta posibilidad como medida extraordinaria para este curso. «Varias comunidades estaban abriendo convocatorias extraordinarias y esto es un paso más», explica Loranca, secretaria de Enseñanza de FeSP-UGT, que culpa a la precariedad en el sector de la falta de candidatos y considera que las contrataciones que se hagan este año deberían ser a jornada completa y para todo el curso.

Para Francisco García, de FE-CCOO, estamos ante una muestra más de que «la docencia no es vista como una salida profesional interesante y atractiva», si bien, a su juicio, «se trata de un debate que quizá el Ministerio no ha colocado bien, un debate artificial, pues no va a ser algo generalizado, ni mucho menos». Para sindicatos tan diversos como STEs o CSIF se trata de una salida improvisada a un problema que se podía haber previsto.

Decanos, rectores e inspectores han clamado contra la medida. Para la Conferencia de Decanos y Decanas de Educación no hay tal déficit, pues cada curso salen con el Máster 30.800 profesores y profesoras de Secundaria, en los últimos cinco años se titularon 114.799 y, desde la implantación del Máster, más de 200.000.

En una declaración institucional, los 62 decanos y decanas de las universidades públicas y privadas españolas muestran su «rechazo y perplejidad» con un anuncio que va en dirección totalmente opuesta a todas las declaraciones y compromisos con la mejora de la profesión docente del Ministerio y supone un ataque a cientos de miles de titulados «que en la última década no han tenido oportunidades de empleo o han sido empleados en condiciones precarias como consecuencia de la falta de oferta pública de empleo y la tasa de reposición cero impuesta en el sector educativo».

La Conferencia de Rectores (CRUE) comparte la posición de la Conferencia de Decanos y Decanas de Educación y pide que se busquen alternativas.

El sindicato de inspectores USIE también cree que hay suficientes profesores con máster en España y considera que el anuncio del Ministerio ha evidenciado la falta de un mínimo consenso con la comunidad universitaria y «una clara descoordinación en el seno del Gobierno que cuenta, precisamente, con un Ministerio de Universidades».