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La brecha mujer-hombre y norte-sur permanece en el abandono escolar

Todas las comunidades del norte están por debajo de la media nacional de abandono temprano en 2019, mientras que las del sur superan los registros. ¿Funcionan las políticas de prevención del abandono escolar en España?
Diego FranceschMartes, 14 de septiembre de 2021
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En contraste con las desventajas de las mujeres en el mercado de trabajo y su menor representación en estudios de tipo técnico, el abandono escolar está protagonizado en mayor medida por los hombres. Existen abundantes investigaciones que han concluido que las mujeres proyectan en los estudios sus «esperanzas respecto al futuro». Las mujeres se sienten motivadas a escolarizarse con mayor intensidad, entre otras razones, porque son conscientes de que necesitan más formación para competir en mejores condiciones en un mercado laboral que presenta más obstáculos para ellas.

Tanto el paro como los bajos salarios son problemas que afectan a la población con bajos niveles educativos, pero mucho más a las mujeres que a los hombres. Estos patrones se repiten en la mayoría de los países, aunque son especialmente acusados en España.

Otra de las peculiaridades de nuestro país, es que los datos de abandono temprano indican diferencias regionales notables que, además, persisten en el tiempo. Entre otros factores de estas diferencias se encuentran la estructura del mercado laboral, las oportunidades de empleo para la juventud y el tipo de ocupaciones y su cualificación, así como el nivel sociocultural y económico de la población.

También cabe considerar los distintos niveles de inversión en el sistema educativo de las comunidades autónomas, ya que ejercen las competencias de política educativa y han sido agentes de innovación muy importantes.

Existen iniciativas contra el abandono temprano basadas en compensaciones económicas para el alumnado que titule en la ESO o que retorne a la educación, como la Beca Andalucía Segunda Oportunidad; planes de contratación de profesores y técnicos, o de ampliación de horarios, como el Proyecto Ítaca de Extremadura; y programas específicos o dirigidos a colectivos desfavorecidos, como el Pupitre Gitano de la Fundación Secretariado Gitano. Pero resulta difícil cuantificar el impacto de estas medidas concretas. En cualquier caso, con las excepciones de Cataluña y la Comunidad Valenciana en 2019, si marcamos la frontera norte-sur, todas las comunidades del norte están por debajo de la media nacional de abandono temprano en 2019, mientras que las del sur superan los registros estatales.

Pero el abandono escolar no es un problema nuevo. La forma de abordarlo, en España y en otros países, suele basarse en la potenciación de las estrategias de diversificación y flexibilización de itinerarios, con el objetivo de evitar el desenganche y, en última instancia, de mejorar los procesos de inclusión educativa y social.

Impacto de los PMAR

Un estudio ha analizado ahora el impacto de una de estas políticas de diversificación, el PMAR. Con la entrada en vigor de la LOE en 2006, se reconoció la necesidad de establecer adaptaciones y diversificaciones curriculares con el fin de reducir el abandono y mejorar las perspectivas formativas y de cualificación. La LOE tuvo continuidad con la Lomce (2013), en la que se activó el citado PMAR, que no difiere demasiado del Programa de Diversificación Curricular (PDC) al que sustituye. La principal diferencia del PMAR con respecto al PDC es su carácter no finalista, pues elimina la posibilidad de titular sin salir del programa que ofrecía el PDC, además de suprimir también el llamado «ámbito práctico·. El PMAR, eso sí, posibilita una transición «blanda» hacia 4º de la ESO, que ya se cursa con el grupo ordinario. No obstante, en este último curso hay dos opciones: una orientada hacia enseñanzas académicas y otra hacia enseñanzas aplicadas, y el alumnado de PMAR elige de forma mayoritaria la segunda, que les orienta básicamente hacia los ciclos de FP.

Esta investigación demuestra que quienes participan en el PMAR incrementan la probabilidad de continuar en el sistema educativo (o salir con el título de ESO) en torno a un 12% al cabo de dos años, especialmente entre las mujeres.

Causas y consecuencias de abandonar

  1. La forma habitual de identificar el abandono escolar temprano es tomar el porcentaje de la población de 18 a 24 años que ha alcanzado como máximo la Educación Secundaria inferior (obligatoria) y que no sigue ningún tipo de programa educativo o de formación.
  2. En la literatura existente sobre el abandono temprano, se han estudiado diversas causas, tanto debidas a las situaciones externas al sistema educativo como a «factores de expulsión» internos, relacionados con problemas de diseño de programas o de calidad docente Entre las consecuencias del abandono hay una mayor probabilidad de acabar engrosando las filas del desempleo o de trabajar en empleos precarios y mal remunerados. A esto debemos sumarle otros costes económicos, en términos de baja productividad; fiscales, por baja recaudación de ingresos tributarios; y sociales, derivados de los servicios a la población dependiente. Algunas investigaciones llegan a establecer una clara vinculación entre abandono temprano y exclusión social.
  3. Si se repasa la evolución reciente del abandono se observa una tendencia de mejora. En España, los años del boom económico anteriores a la crisis de 2008 frenaron temporalmente esta tendencia positiva.

Un medida creada en la reforma educativa de 2013, la Lomce

El Programa de Mejora del Aprendizaje y Rendimiento (PMAR) se creó como una medida específica de prevención del abandono escolar temprano en España dentro de la reforma educativa de 2013.

La implantación completa de esta reforma, mediante la Lomce, se llevó a cabo en el curso 2016-17. En una investigación llevada a cabo por Javier Mat, Ángel Alonso Domínguez, Rosario González e Israel Escudero, de la Universidad de Oviedo, y publicada por el Observatorio Social de la Caixa, se realiza un análisis del éxito de este programa, medido a través del logro del título de ESO y de la permanencia en el sistema educativo al cabo de dos años.

Se utilizan datos del Principado de Asturias y se obtiene que las y los estudiantes que accedieron al PMAR obtuvieron efectos positivos notables, en comparación con estudiantes que no participaron en el programa, lo más parecidos posible en cuanto a características educativas y de entorno socioeconómico.

El PMAR es un programa de dos cursos académicos. El primero acoge al alumnado que de otro modo estaría en 2º de la ESO, y el segundo a quienes estarían en 3º. Al finalizar el programa, los participantes retornan al grupo ordinario para cursar 4º de ESO y obtener el título.

El principal resultado de la investigación muestra que quienes accedieron al PMAR en 2016-17 presentan una mayor probabilidad de continuar en el sistema educativo al cabo de dos años o de salir del mismo con el título de ESO. Por tanto, parece claro que el programa contribuye a prevenir el abandono escolar. Como se observa en el gráfico (izquierda), la mejora es significativamente mayor en las mujeres que en los varones.

En la comparación se han tenido en cuenta factores personales y de entorno. Entre los participantes se observa que la permanencia media en el sistema al cabo de dos años y la titulación son mayores que entre quienes no participaron.

Acceso para los que han repetido al menos un curso

Respecto al acceso al PMAR, tanto en 2º como en 3º de la ESO, las condiciones básicas son el haber repetido al menos un curso en cualquier etapa y el no estar en condiciones de promocionar al grupo ordinario. El equipo docente de los centros es el encargado de proponer la participación en el programa, tras evaluar cuidadosamente cada caso.

Los centros informan de su propuesta al alumnado y a sus familias o a quienes ostenten su tutoría legal, que son los que finalmente tomarán la decisión de entrar o no en el programa.
Una vez en el PMAR, el alumno ve reorganizados los contenidos y actividades prácticas. Mediante grupos reducidos (lo habitual es de ocho a quince personas), el alumnado recibe las materias agrupadas en los ámbitos Lingüístico y Social, Científico y Matemático, y de Lenguas Extranjeras. El resto de las asignaturas se imparte en el grupo ordinario, con el que comparten espacios y metodología docente.

El PMAR se puso en marcha en el curso 2016-17. El alumnado que se incorporó al programa en 2º de ESO durante ese curso aumentó la probabilidad de titularse al cabo de dos años, en un 8,4%.

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