El mes de junio pasado, la consejera de Educación de Cataluña, Esther Niubó, dijo que una de las prioridades de esta legislatura era revertir los resultados de las pruebas de competencias básicas que se hacen en 6º de Primaria y en 4º de ESO, es decir al final de esas dos etapas, ya que estaban en caída ininterrumpida desde el 2015. Sorprendentemente el Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña ha anunciado, a finales de octubre, que estas pruebas de competencias básicas ya no se volverán a hacer de modo censal, es decir a todos los alumnos de los miles de centros educativos de Cataluña, sino que solo se harán de modo muestral, concretamente a solo los alumnos de 69 centros. Esta ha sido la manera cómo el Departamento de Educación ha acabado con el fracaso del sistema educativo catalán en unas pruebas que cada año lo ponían en evidencia.