La Educación de iniciativa social provoca una mayor excelencia

En el informe se analizan y ponderan 58 indicadores y los datos tomados para la realización de este informe han sido extraídos de la última publicación del Ministerio de Educación (febrero 2015).

Según Miguel Gómez de Agüero, coordinador del informe, “no es casualidad que tres de las cuatro comunidades con mayor peso de iniciativa social – País Vasco, Navarra y Madrid– ocupen primeros puestos en el ranking” y resume los motivos de esta correlación explicando que la iniciativa social supone una mejora de la calidad educativa y por consiguiente un mayor éxito escolar. Otra de las ventajas que señalaba de los proyectos de iniciativa social es que el coste para las administraciones es menor y el nivel de aprendizaje de los alumnos es superior al de los centros públicos.

Sin embargo, Profesionales por la Ética aboga por no enfrentar Educación pública con iniciativa social sino explotar el potencial emprendedor y el compromiso por la Educación de padres, empresarios y otras instituciones para comprometerlos en proyectos educativos que, gestionados eficazmente, incentiven la mejora del sector.

Para revertir esta situación y conseguir esa mejora del sector educativo se propone, por tanto, aumentar el peso de la Educación de iniciativa social, algo que, según el informe, se ha reducido ligeramente y las políticas por comunidad autónoma son también muy diversas en este ámbito.En este sentido, el papel de la Administración es “promover la iniciativa social y llegar con proyectos públicos allí donde la sociedad no llega”.

En otros aspectos, el informe confirma que se ha producido una reducción del gasto educativo y una ligera mejora en tasas de escolarización, graduación, idoneidad y abandono educativo temprano.

En el caso de la evolución de la tasa de escolarización y de la esperanza de vida escolar, ha influido mucho las dificultades para encontrar un trabajo, y prueba de ello es que en las comunidades con un alto índice de desempleo es donde encontramos el crecimiento más significativo.

En lo referente a idoneidad, es decir, los alumnos que acaban sus estudios con la edad adecuada, los resultados mejoran ligeramente a nivel nacional, pero en ocho comunidades casi la mitad del alumnado de la ESO finaliza los estudios con retraso.

Respecto al gasto público en Educación, destacan País Vasco, Navarra y Asturias, mientras que Madrid queda en último lugar aunque también recoge que Madrid es la comunidad con una gestión educativa más eficiente a la hora de relacionar el gasto con los resultados educativos.

A la hora de analizar los recursos educativos se han analizado varias áreas y, en general, todas mejoran en comparación con 2011 excepto la ratio de alumnos por profesor, que ha crecido debido a los ajustes presupuestarios de los últimos años.

En cuanto a la tasa de abandono educativo temprano, que indica el porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años que no han finalizado la ESO y no siguen ninguna formación, España se sitúa en el 23,6%, un porcentaje que está muy alejado del 10% al que se pretende llegar en 2020. Además, en este indicador, la brecha entre comunidades es enorme, puesto que mientras que el País Vasco no llega al 10%, en Baleares se acerca al 30%.

Por último, cabe destacar que el número de ordenadores para profesores y alumnos se ha incrementado significativamente en todas las comunidades.

A pesar de esta ligera mejora de resultados, España continúa por detrás de la UE en la mayoría de estos indicadores y en los resultados del Informe PISA. Por otro lado, no se da un proceso de convergencia entre comunidades y los datos del ranking, indicador a indicador, continúan distantes.

Como solución a estas desigualdades, el informe concluye con seis propuestas elevadas a la Administración y a las instituciones educativas