Una ley a espaldas de la comunidad educativa

Ausencia de diálogo y de participación de la comunidad educativa es la característica más evidente de todo el ocultista proceso de elaboración del nuevo anteproyecto de ley educativa del Gobierno socialista. Realmente estamos ante la menos consensuada ley educativa de la democracia, donde el Gobierno ha actuado a espaldas de todo el profesorado, de las comunidades autónomas, que son quienes habrán de aplicarla, y de los representantes legítimos de los centros escolares. El Consejo Escolar no ha sido ajeno a este proceso y en su seno se ha puesto de manifiesto el desacuerdo de toda la comunidad educativa en torno a este intento de imponer una ley que vuelve a los errores de la Logse y de la LOE y que lo único que hace es derogar la Lomce pero sin ofrecer una alternativa moderna ni acorde con las necesidades de la Educación en nuestro país. Elimina las evaluaciones, facilita el suspenso, limita la repetición y cede la política escolar a las comunidades nacionalistas, limitando la libertad de los padres.