Una ocasión perfecta para innovar en clase

La importancia que en los últimos años está adquiriendo el grado de empleabilidad de los distintos estudios está haciendo que queden relegadas aquellas materias que tienen menos posibililidad de inserción en el mundo laboral. De ahí que se hable de la «crisis de las Humanidades» y que precisamente este campo se destaque en muchas ocasiones como determinante en la formación integral de la persona. Sin embargo, esta situación de desventaja de las materias humanísticas las convierte en una oportunidad perfecta para experimentar con ellas en clase, no solo porque son un campo idóneo para hacerlo, sino también porque nos garantizamos el interés y la captación de atención de los alumnos. En El Cuaderno de esta semana se exponen algunas experiencias reales de profesores de Historia que están despertando el interés de sus alumnos por esta materia. Y lo hacen ofreciendo otros enfoques y poniendo en práctica nuevas metodologías que pueden extrapolarse también a otras asignaturas.