Educación de adultos: que nadie se quede atrás

El último informe de la Unesco sobre Educación para adultos muestra cómo los países no han hecho sus deberes. Hace tres años se habían comprometido a incrementar el gasto en estas enseñanzas como porcentaje del gasto total en Educación y no lo han hecho, pero además no han logrado garantizar que llegue a quienes más lo necesitan (minorías, personas con cualificaciones bajas, con discapacidad o que habitan en áreas rurales remotas). España no es una excepción. Una reciente estadística del Ministerio de Educación en base a la EPA muestra cómo a mayor nivel de estudios más probabilidad tiene una persona de seguir estudiando. Mientras, los Centros de Educación para Personas Adultas recuerdan que por ellos la reversión de los recortes no ha pasado. Todos estos aspectos deberían tenerse en cuenta antes de llenarse la boca hablando de la promoción del aprendizaje a lo largo de la vida.