El abandono temprano, un problema de Estado

Muchos, al leer el titular de este editorial, pensarán que hemos incurrido en la exageración, pero nada de eso. Llevamos años arrastrando un problema endémico de nuestro sistema educativo que, además, no afrontamos con decisión: el abandono escolar temprano. En su día ya advertimos, a través de la opinión de renombrados expertos en la materia, de que este problema no se solucionaba por el mero hecho de conocerlo. Había que ponerle remedio. En algunas comunidades ha sido así y las tasas están por debajo del 15 e incluso del 10%, objetivo europeo para el 2020. En otras, por el contrario, tenemos tasas inadmisibles que superan el 20%. Todo ese porcentaje de estudiantes engrosa, anualmente, las filas del paro juvenil. Por eso, el problema debe convertirse en una cuestión de Estado. Mientras no remediemos el abandono escolar de nuestros alumnos de 19 y de 20 años, estaremos haciendo un flaco favor a generaciones enteras de estudiantes y de jóvenes trabajadores. Urge tomar medidas políticas y educativas.