Aulas vacías por el estado de alarma

“Hemos tomado medidas para que todos los alumnos puedan terminar el curso sin verse perjudicados por la suspensión de las clases presenciales”, ha dicho la ministra de Educación, Isabel Celaá, en un insólito desierto educativo en pleno mes de marzo, provocado por las medidas de contención sanitaria para evitar el avance del coronavirus. Esta crisis ha puesto en primer plano a la Educación on line, habitualmente un complemento, sobre todo en etapas preuniversitarias. Además, esta situación excepcional ha generado una ola de solidaridad, con profesores poniendo sus recursos y conocimientos a disposición de otros docentes y empresas ofreciendo sus servicios sin coste alguno para ayudar a los estudiantes y a las familias en casa a capear este temporal. Algunos proponen hacer lectivos los festivos y fines de semana del curso, de lo que quede de él cuando se recupere la actividad presencial. Mientras, con soluciones creativas y de emergencia, se trata de lo de siempre: Nunca dejar de aprender.