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Lecciones que hemos aprendido este curso y asignaturas pendientes

El inicio de este curso escolar ha estado claramente condicionado por el pasado y la situación de incertidumbre generada a lo largo de los meses que llevamos de pandemia.
Miguel UjedaJueves, 1 de julio de 2021
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© OLEG

Una incertidumbre que ha tensado enormemente la capacidad de respuesta de los colegios y que nos ha llevado a sacar todo nuestro potencial, tanto creativo como de compromiso para que el aprendizaje no se haya detenido. Ha sido, sin duda alguna, un curso que nos ha planteado retos sin precedentes en el sector educativo.

A pesar de todo, las aulas han demostrado ser ambientes seguros y los centros, cuyos equipos de personas han respondido con compromiso, han puesto de manifiesto que la escuela tiene un papel esencial que no puede ser virtualizado y que el factor humano de los equipos educativos es el que permite aprovechar los recursos al máximo, precisamente al servicio de cada estudiante y de cada familia.

Este curso ha puesto encima de la mesa necesidades de transformación y cambio educativo que para muchos colegios estaban lejos de sus objetivos. Sin embargo, la realidad se ha impuesto con contundencia y ha acelerado los cambios y también, ha avalado el trabajo de aquellos centros que han hecho un esfuerzo en los últimos años por mejorar el aprendizaje de los alumnos y transformarse digitalmente.

Probablemente estos dos cursos vividos en tiempo de pandemia también han servido para poner de manifiesto la necesidad de una Educación que no se mantenga tan centrada en los contenidos, sino que se enfoque en el desarrollo de habilidades. Nuestros alumnos; nuestros hijos, necesitan desarrollar flexibilidad cognitiva con capacidad ejecutiva orientada a la acción. Necesitan desarrollar firmes valores para la relación con los demás y con el entorno y ser críticos para comprometerse por mejorar las cosas. Su futuro requiere de ellos una enorme capacidad de colaboración y desenvolverse en condiciones de incertidumbre, y esto debe entrenarse en la escuela hoy.

Probablemente estos dos cursos vividos en tiempo de pandemia también han servido para poner de manifiesto la necesidad de una Educación que no se mantenga tan centrada en los contenidos, sino que se enfoque en el desarrollo de habilidades

No es opuesto que busquemos desarrollar competencias que permitan a nuestros alumnos pasar a la acción, con la organización de contenidos disciplinarios. Una cosa es cómo el conocimiento se integra en el desarrollo de competencias y otra, en cómo ese contenido se cataloga y se estructura. Desde luego el diseño y el despliegue de las propuestas de enseñanza y aprendizaje debe ser transdisciplinar pero los contenidos son absolutamente necesarios y cómo integrarlos en la comprensión del mundo y en el modo en que afrontamos la resolución de problemas seguirá siendo una necesidad. Los proyectos que mejor integren el desarrollo de esos contenidos en propuestas para pasar a la acción; para crear y construir. mejor van a preparar a los estudiantes y mejor van a satisfacer las expectativas a medio y largo plazo de las familias.

Desde Mirasur School, por ejemplo, buscamos desarrollar estrategias para personalizar el aprendizaje, evidenciar la eficacia de estos y desarrollar destrezas en el alumnado integrando metodologías activas y tecnológicas que lleven a los estudiantes a colaborar más profundamente, afrontar proyectos relevantes para ellos, mejorar la comprensión sobre la realidad a distintos niveles y pelear por conseguir sus objetivos.

Hemos sido reconocidos este curso como uno de los 50 mejores colegios de España por la revista Forbes, porque además de que nuestros alumnos disponen de dispositivos digitales individuales (Ipads para alumnos desde 3º E.Primaria hasta 2ºESO, y Chromebooks desde 3º ESO hasta 2º Bachillerato) y la Competencia Digital de nuestro equipo docente, tenemos una cultura de innovación que nos ha permitido salir reforzados de esta situación

A modo de conclusión, la situación vivida en estos dos últimos cursos se ha convertido en una oportunidad para potenciar valores y actitudes hacia una educación más ajustada a las necesidades de nuestros estudiantes. El confinamiento y el modelo híbrido de educación han puesto en valor todos aquellos proyectos educativos que han apostado por innovación y por un desarrollo de habilidades de su alumnado, más allá de los contenidos.  Ahora queda seguir con determinación la dinámica de cambio y sostener el compromiso por la mejora.

Miguel Ujeda Gálvez es director de Innovación y Tecnología en Mirasur School

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