Transformación digital de las universidades: imprescindible para ser útiles a la sociedad
Así se ha expresado Manel Jiménez-Morales, que es el vicerrector de Alianzas, Comunidad y Cultura de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), organizadora, junto a The Times Higher Education, del congreso «Digital Universities Europe», que hasta el 25 de octubre tratará en Barcelona la necesidad de abordar la transformación digital de las universidades europeas y los retos que ello plantea. En una entrevista con Efe el día en que ha arrancado el encuentro, Manel Jiménez-Morales ha dicho que los procesos de transformación digital «son urgentes para todas las universidades, para las nativas digitales, las presenciales y las de formato híbrido».
El congreso se centrará en los retos que supone la transformación digital de los centros de Educación Superior europeos porque «existe un marco regulatorio común» y políticas de alianzas universitarias que implican ofrecer grados de manera conjunta, ha contextualizado el vicerrector. Jiménez-Morales ha reconocido que abordar la transformación digital en algunas universidades tradicionales «es muy complicado», ya que el profesorado «está muy estresado» con tareas de «docencia, investigación y burocracia» y la digitalización, que «no puntúa en la promoción profesional, queda relegada al último lugar», por lo que ha pedido «un cambio de mirada» de las universidades en este sentido.
Sobre el profesorado, también ha incidido en que «está oprimido por sistemas evaluativos tradicionales», a la vez que ha denunciado que a los docentes con «buena voluntad» para cambiar hacia evaluaciones y enseñanzas más competenciales «les falta acompañamiento» con el que «abordar la alfabetización en tecnologías digitales». «Hay que romper barreras» porque «en muchos programas no se admite la evaluación en línea» debido a «prejuicios», lo que es «absurdo», ha dicho el vicerrector, quien ha aseverado que «no hemos cambiado el antiguo paradigma de lo que es el aprendizaje», ya que «se sigue pensando que consiste en reproducir lo aprendido», cuando en realidad «se ha aprendido cuando se es capaz de aplicar lo aprendido a una mejora social». Pese a estos lastres, el experto ha reconocido que gran parte de las universidades «está dando un paso decidido» en el tránsito hacia la hibridación desde la universidad presencial tradicional a la digital.
El alumnado, motor para la digitalización
«Será el alumnado, con sus dinámicas comunicativas basadas en las tecnologías digitales» el que «cambiará la conciencia del mundo universitario con su comportamiento» ya que «si no se les ofrecen contenidos digitales» los estudiantes «son menos receptivos a las materias» e incluso «hay absentismo de las clases». Los alumnos «cada vez están más desmotivados» cuando el profesor «se limita a reproducir contenidos», por lo que el rol de los docentes «debe cambiar hacia un orientador de recursos digitales».
La Inteligencia Artificial, inevitable y necesaria
El vicerrector ha defendido la irrupción «necesaria e inevitable» de la Inteligencia Artificial (IA) en las aulas universitarias. «Venimos de un paradigma de aprendizaje muy cientificista», con una investigación «que se ha centrado en los datos», por lo que «se desconfía de la Inteligencia Artificial y de tecnologías como el chatGPT», cuando «deberíamos tender a un aprendizaje» en el que el estudiante «sea más crítico ante las fuentes digitales y sepa ordenar el conocimiento».
Cuando se empezaron a utilizar las calculadoras en las clases, «también hubo reticencias», igual que con los diccionarios de latín, ya que antes de usarlos en clase, los alumnos debían de memorizar las declinaciones, ha ejemplificado Manel Jiménez-Morales. «Se debe invertir en una IA de calidad y en el uso de metodologías para que sea eficiente», ha dicho el experto, que ha defendido que congresos como el «Digital Universities Europe» son escenarios facilitadores de «un cambio de paradigma» debido al «intercambio dialéctico», que es útil para «sacudir conciencias» y para que «surjan directrices y políticas».
El vicerrector ha dicho que siguen abundando las clases magistrales y, ante ello, ha defendido un trabajo colectivo en las aulas universitarias, porque los estudiantes buscan «la interrelación», que es una tipo de comunicación que «se ha integrado de manera natural». También ha defendido el uso de aulas virtuales paralelas a las presenciales, «pero no donde el profesor se limite a colgar un ‘PowerPoint’, sino en las que «se pueda atender mejor a la diversidad y personalizar las enseñanzas», porque «un aula virtual es un aula infinita».
Riesgos de perder el tren digital
Según el vicerrector, si no se aborda la digitalización en las universidades «nos exponemos a una involución» y a una «fractura» entre universidad y realidad que «hará imposible que la universidad esté conectada con la creación de oportunidades para los estudiantes» y «seguirá alejada de la sociedad». «Si el mundo universitario no se pone las pilas» en digitalización «y sigue en su torre de marfil, alejada de la realidad y del mercado laboral, serán las empresas las que formen a los jóvenes», ha vaticinado Manel Jiménez-Morales.