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Hacia una única EBAU

"La realización de una EBAU única permitirá acabar con las actuales desigualdades entre los estudiantes que quieren acceder a la Universidad", dice el autor.
Antonio JimenoMartes, 13 de febrero de 2024
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Alumnos realizando la prueba de selectividad.

El pasado mes de octubre el Ministerio de Educación  presentó el proyecto de la orden que establece la prueba de selectividad (EBAU/PAU) para el curso 2023-24. En dicho proyecto se mantiene que cada comunidad autónoma haga su propia prueba, pese a las grandes diferencias de contenidos y niveles de exigencia que existen entre ellas. Por otro lado, no se incluyen las “matrices de especificaciones”, que sí aparecieron en la orden del curso pasado, en las que se concretaban los contenidos de cada materia evaluables en la EBAU. La consecuencia será que este curso todavía aumentarán más las diferencias entre las EBAUs de las distintas comunidades autónomas.

Para intentar evitar estas desigualdades, ese mismo mes se solicitó al Ministerio de Educación que se hiciera la misma EBAU/PAU en todas las comunidades autónomas  y que en la futura convocatoria de la EBAU 2024 se incluyeran los contenidos mínimos comunes, los actualmente llamados “Saberes básicos”. Lamentablemente el Ministerio no contestó.

Dado que actualmente el Partido Popular gobierna en 11 comunidades autónomas, en cinco de ellas mediante un pacto de gobierno con VOX y en Baleares mediante un acuerdo con VOX, y que, además, coopera en el gobierno de Canarias, resulta que aproximadamente el 70% del alumnado que se presentará a las EBAU 2024 depende de los gobiernos autonómicos del Partido Popular. Debido a ello, se les propuso a ambos partidos que los consejeros de Educación de todas esas comunidades autónomas intentaran llegar a un acuerdo para hacer una única EBAU, la misma en todas ellas, durante los mismos días y en base a las “enseñanzas mínimas” comunes a todas, que son las establecidas en el Real Decreto 243/2022, de 5 de abril. La respuesta afirmativa a esta propuesta la comunicó a la prensa el mismo Núñez Feijóo el pasado 24 de enero.

La realización de una EBAU única permitirá acabar con las actuales desigualdades entre los estudiantes que quieren acceder a la Universidad. En la actualidad, un alumno que haya hecho la EBAU en una comunidad muy permisiva obtiene una nota más alta que otro que la haya hecho en una comunidad muy exigente. La consecuencia es que el primero, aún sabiendo menos, lo adelantará en el orden de entrada en una misma Universidad.

El principal problema para la realización de una misma EBAU en las once comunidades autónomas, es que los niveles de los alumnos de 2º de Bachillerato en ellas, después de décadas haciendo cada comunidad la suya, ya son muy diferentes. Si tomamos como referencia las pruebas PISA que se pasan al final de la ESO, vemos que en PISA 2022, de las once comunidades la mejor puntuada, Castilla y León, tiene 501 puntos, mientras que en el otro extremo está Andalucía que solo ha alcanzado 464 puntos. Como cada 20 puntos de PISA equivalen aproximadamente a un año de escolarización, se puede decir que al final del Bachillerato, entre los alumnos de una y otra comunidad autónoma hay una diferencia de conocimientos equivalente a casi dos cursos de escolarización. Hay pues que dar un cierto tiempo y unas ayudas suficientes para que, sin rebajar los niveles de exigencia a los primeros, porque ello les perjudicaría en su nivel de conocimientos, los segundos puedan llegar a la EBAU única con la misma preparación. Para conseguirlo es fundamental tomar las siguientes medidas:

  • La primera EBAU conjunta se debe realizar el mes de junio del año 2025. De esta forma, el alumnado que actualmente cursa el 2º curso de Bachillerato y lo hace en base a los criterios autonómicos no se verá afectado. Por otro lado, así el profesorado dispondrá de más de un curso para preparar a sus alumnos de Bachillerato. No conviene retrasar un año más su aplicación ya que en algunas comunidades antes se producirán sus futuras elecciones autonómicas.
  • En cada una de las consejerías autonómicas de educación se ha de crear una comisión responsable de organizar la EBAU conjunta. Esta comisión debe coordinarse con las comisiones homólogas de las otras comunidades autónomas.
  • Todas las consejerías de Educación implicadas deben anunciar la EBAU conjunta antes de que finalice este curso 2023-24 y han de publicar los contenidos que pueden ser objeto de preguntas y los niveles de exigencia de cada una de las materias.
  • Los actuales coordinadores autonómicos de las EBAU de cada materia deben ponerse en contacto con sus homólogos de las otras comunidades autónomas, para elaborar un primer examen conjunto. Dos ventajas de este trabajo en equipo son que al ser varios los coordinadores que aportarán preguntas para la elaboración de un mismo examen común, su elaboración les implicará menos esfuerzo personal y, además, seguramente el resultado será una prueba más equilibrada.
  • Una vez que los coordinadores de una misma materia hayan concretado el examen, mediante una web deberán facilitar al profesorado y al alumnado de todas las comunidades autónomas participantes, suficientes ejemplos de preguntas con sus respectivas respuestas. Además, deberán facilitar una dirección electrónica para recibir y contestar todas las preguntas que el profesorado les quiera realizar.

Los principales beneficios que se derivarán de una EBAU conjunta son que las notas de cada alumno serán mucho más comparables entre sí, ya que todos habrán realizado la misma EBAU/PAU, que asegurará que todo el alumnado que acceda a las universidades españolas tenga el nivel académico necesario para aprovechar estos estudios, y que será un gran estímulo para aumentar el esfuerzo del alumnado de todas aquellas comunidades autónomas que actualmente tienen niveles bajos, un estímulo que también se extenderá a la ESO, ya que los dos años de Bachillerato en algunos casos pueden ser pocos para igualar los niveles.

Antonio Jimeno es presidente del sindicato AMES.

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