Programas electorales de las principales formaciones políticas vascas

PNV. Plantillas docentes rejuvenecidas y bilingües en el plazo de diez años

La Coalición EAJ-PNV/EA considera necesario un proceso de debate y consenso social para alcanzar un Acuerdo Escolar que proyecte el sistema educativo que Euskadi necesita de cara al futuro. Por ello, los objetivos para la Educación Infantil, Primaria y Secundaria se basan en las premisas de calidad, integración, modernidad, plurilingüismo y participación que posibiliten el desarrollo integral de las personas.

Con estos fines, la coalición nacionalista se compromete a potenciar la autonomía del centro como elemento de cualificación del sistema educativo. Para ello se proponen, entre otras medidas, acrecentar la capacidad de gestión económico-administrativa del centro y establecer la autonomía en materia de gestión de los recursos humanos. El fortalecimiento de la dirección y de la participación de los padres en la vida del centro son otras de las apuestas, que además coinciden con las promesas del PP.

Otro de los compromisos fundamentales de EAJ/PNV-EA se centra en el refuerzo de las enseñanzas en las diferentes etapas obligatorias, a fin de garantizar a cada alumno una base formativa de calidad. Así, en Primaria se otorgará mayor peso a las materias instrumentales y en ESO se ampliará la actual oferta de programas específicos de tratamiento de la diversidad actitudinal y aptitudinal, al ser uno de los principales retos que plantea el nuevo sistema educativo derivado de la LOGSE. Además, se redefinirá el concepto “obsoleto” de ‘fracaso escolar’, se elaborará un programa de atención al alumnado inmigrante, enfermo u hospitalizado y se intensificará la apuesta por el trilingüismo.

En cuanto al profesorado, la coalición nacionalista asume la obligación de alcanzar una plantilla rejuvenecida y bilingüe en un plazo de diez años. Asimismo, se proponen impulsar decididamente la cualificación del profesorado en materia de Nuevas Tecnologías y adoptar medidas que faciliten la formación continua del personal docente, además de desarrollar actuaciones destinadas hacia el reconocimiento social de su importante papel en la sociedad.

Por otra parte, para los nacionalistas la Formación Profesional debe cumplir dos objetivos fundamentales; en primer lugar, satisfacer las necesidades actuales y futuras de personal cualificado que tienen nuestras empresas y, en segundo lugar, contribuir a asegurar la empleabilidad permanente de los trabajadores vascos. En tal sentido, la coalición nacionalista potenciará el desarrollo y aplicación del Plan Vasco de FP y el Sistema Integrado de Cualificaciones y Formación Profesional. Igualmente, estudiará la oportunidad y viabilidad de elaborar una normativa con rango de ley a fin de dar cobertura a los nuevos planteamientos de la FP en su conjunto (reglada, continua y ocupacional).

Según PNV/EA, la Universidad debe ser parte activa y referente de la cultura vasca, entendida ésta desde la pluralidad de tradiciones culturales del país, pero dedicando especial atención a aquellas manifestaciones que le son más propias. La normalización del uso del euskera será uno de los elementos fundamentales a la hora de abordar una política universitaria coherente. Del mismo modo, los nacionalistas promoverán todas las acciones de colaboración con la Universidad desde el respeto al principio de autonomía sobre el que se asienta la tradición universitaria europea. Con ello, se pretende ir elevando progresivamente en términos del PIB el presupuesto universitario hasta alcanzar la media de los países del entorno.

PSOE. Apuesta por la creación de educadores zonales para la libertad

La Educación para la libertad a la que aluden todas las fuerzas políticas vascas pasa, según el PSE-EE, por la creación de una Dirección de Derechos Humanos en el Departamento de Educación, Universidades e Investigación. Ésta tendría terminales en todos los centros para apoyar al profesorado, impulsar acciones, coordinar actividades y proporcionar materiales de trabajo. En este esquema se prevé, asimismo, la creación de figuras como los educadores zonales para la libertad y coordinadores en cada centro.

De este modo, se pretende afrontar “un problema gravísimo que tiene este país”: la existencia de jóvenes, adolescentes e incluso niños que consideran que es lícito matar a un semejante por no compartir una determinada ideología o creencia.

Otra de las medidas que adoptarán los socialistas, en caso de llegar a la Lehendakaritza, será velar por que se instaure en los centros públicos la reflexión ética y política después de cada atentado, a partir de determinadas actuaciones tales como introducir en el diseño curricular de Ética, Alternativa a la Religión y Religión el análisis de la situación de los derechos humanos en la CAPV, especialmente el derecho a la vida y a la libertad de expresión; igualmente se pretende incluir en la Circular de inicio del curso las directrices necesarias para que, después de cada atentado, al menos los profesores encargados de la Educación para la Libertad desarrollen una reflexión crítica al respecto.

En este contexto, para el partido socialista de Euskadi resulta conveniente instaurar un día lectivo que, cada año, permita a los jóvenes vascos reclamar el ejercicio de la libertad, y muy particularmente de la libertad de expresión, que la violencia les niega. Asimismo, cada centro deberá ratificar la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el trabajo en clase, a partir de unidades didácticas elaboradas por expertos y el diseño curricular correspondiente, serán los pilares sobre los que fundamentar dicha adhesión.
Como la Educación en Valores, para ser efectiva, debe experimentarse, y no sólo aprenderse, los socialistas ven necesaria la implicación del alumnado en la toma de decisiones que afectan al funcionamiento cotidiano de los centros –el orden en las aulas, el establecimiento de fechas de exámenes, etc.– así como en el reconocimiento de conflictos y en la manera de resolverlos. Con esta intención, se incluirá en la formación del profesorado la necesidad de hacer copartícipe al estudiante del mayor número posible de decisiones que le afecten y se iniciará a los docentes en la técnica de resolución de conflictos.

El PSE-EE considera oportuno el seguimiento continuado de la evolución personal y académica del estudiante a través de las tutorías. Por ello, se asignarían dos tutores en todos los grupos y se dedicaría una hora del actual horario de enseñanza del profesor al trabajo personalizado de la tutoría.

Pero no recae sobre el profesorado toda la responsabilidad educativa. Las propuestas socialistas aluden también al fomento de la cooperación de los centros escolares con las familias, a través de las asociaciones de padres, los medios de comunicación, charlas con expertos, etc. Del mismo modo, las familias dispondrán de un teléfono de llamada gratuita para comunicar sus inquietudes y problemas y tendrán a su disposición las terapias necesarias para reconducir las actitudes y comportamientos violentos incipientes de los jóvenes.

PP. Protección a los profesores afectados por cualquier tipo de violencia en las aulas

Hoy en el País Vasco, según el Partido Popular, no es posible defender una alternativa de gobierno para todos los valores sin que ésta se concrete en un proyecto educativo integrador diferente del nacionalista. De este modo, los populares vascos defienden una Educación al servicio de la formación integral de la persona y no de la construcción de la nación vasca.

La libertad del docente a la hora de educar y de los padres en el momento de elegir centro o decantarse por un tipo determinado de Educación para sus hijos sustentan los principios fundamentales de la nueva organización educativa que proclama el Partido Popular vasco.

Para hacer efectiva esta triple libertad de elección, el PP reconoce que los poderes públicos no tienen el monopolio del servicio público de la Educación, sino que existe la necesidad de iniciativa social para la creación de centros, atendiendo a la demanda real y al principio de subsidiariedad.

El Gobierno amparará, por tanto, la decisión de padres y alumnos a elegir libremente el centro educativo y el modelo lingüístico de enseñanza que deseen, de los tres que se ofertarán de forma garantizada en toda la Comunidad Autónoma. En la política nacionalista, según los populares, el euskera es el factor determinante de la ordenación de la enseñanza. En el proyecto educativo del PP, la ordenación de la enseñanza es previa y prioritaria a la política lingüística. La enseñanza de esta lengua, por tanto, se impulsará lejos de cualquier patrimonialismo excluyente.

Por otra parte, los populares vascos impulsarán, en caso de conseguir la victoria en las elecciones, un ‘Plan de Choque’ para mejorar la calidad de la enseñanza en los centros públicos, de modo que la elección entre centro público o privado no se vea condicionada por sus niveles de calidad, sino por el diferente modelo o proyecto educativo. Este Plan se concretará en la diversificación del segundo ciclo de la ESO, como respuesta a las necesidades reales del alumnado; en la lucha contra la politización en los centros; en el refuerzo de la función directiva, ofertando una formación específica; en la revisión de las autorizaciones de algunos libros de texto para garantizar contenidos objetivos y científicos; y en la iniciación del aprendizaje de un idioma extranjero a los tres años, entre otras medidas.

No obstante, el eje central de la política educativa del Partido Popular del País Vasco consiste en impulsar la calidad, el reconocimiento y la motivación del profesorado que, en muchos casos, se siente “agobiado” por los ritmos de la euskaldunización. Así, se reforzaría la autoridad del profesor en el aula y se protegería a los docentes que sean objeto de cualquier tipo de violencia o de amenazas, adoptando las medidas legales necesarias para evitar en lo posible la impunidad de tales conductas.

En cuanto a la Formación Profesional, esta agrupación política se compromete a mejorar los sistemas de financiación, a orientar la reforma de los contenidos en sintonía con las acciones de la UE y a establecer convenios que estrechen la relación de los centros con el mundo empresarial y laboral, entre otros puntos.
En el ámbito universitario, el problema más específico al que los populares piensan hacer frente es al desequilibrio existente entre los tres campus y a su escasa descentralización. Por otra parte, una política de formación y medidas en pro de la movilidad del profesorado se perfilan como proyectos necesarios para la defensa del mayor activo con que cuenta la Universidad: los docentes.