Encarnación Herrero: “La acción Comenius favorece la movilidad del profesorado”

Satisfecha de tener los deberes hechos a tiempo de cara a Europa, Encarnación Herrero, palentina de nacimiento, se ocupa de la recientemente creada Subdirección General de Programas Europeos.

—¿Qué competencias tiene atribuidas esta nueva Subdirección?

—Tenemos competencias en todo lo que respecta a programas europeos y a los convenios internacionales en el ámbito de la Educación y de la formación. Por ejemplo, trabajamos con el Consejo de Europa en el tema de las becas para la cooperación y el desarrollo de la Educación y hacemos la selección de los docentes que demandan asistir a cursos en los países del Consejo de Europa. Pero el grueso de nuestra actividad es la dirección y gestión de la Agencia Nacional Sócrates.

—¿Hay alguna iniciativa que parta directamente de la Subdirección?

—Sí. Estamos obligados a organizar un seminario o dos al año, podemos elegir el tema, pero siempre de acuerdo con las orientaciones del Consejo de Europa, con el que cooperamos estrechamente. Además, desarrollamos cuatro cursos al año como consecuencia de los acuerdos bilaterales o multilaterales de España, que van dirigidos a los países en vías de desarrollo. Se prima la participación del mayor número de países posible.

—¿Cuáles son los próximos proyectos?

—Preparamos para otoño con la OEI un curso para especialistas de Educación Infantil, aunque además organizaremos a finales de octubre un Congreso sobre la enseñanza y aprendizaje de las lenguas en el marco de la celebración del 2001 como Año Europeo de las Lenguas, y preparamos la Semana Comenius para finales de noviembre.

—¿Hay alguna otra iniciativa en relación con el Año Europeo de las Lenguas?

—Sí, pero no tanto relacionada con esta celebración como con la necesidad de cambiar una realidad palpable, ya que España no está a la cabeza en cuanto al conocimiento de otras lenguas. Esto quizá se derive del hecho de que el español es un idioma hablado por unos 400 millones de personas en el mundo, pero desde el Consejo de Europa se quiere iniciar una campaña de sensibilización para que el mayor número de personas sean capaces de entender, de dominar al menos, dos o tres lenguas, aunque no se tenga un conocimiento perfecto.

—¿Existe alguna iniciativa concreta?

—Estamos elaborando el Portfolio. Esta es una iniciativa puesta ya en marcha en países como Suiza, Alemania o la República Checa como experiencia piloto. Será un documento individual donde se plasmen las competencias lingüísticas que cada ciudadano va adquiriendo a lo largo de toda su vida tanto a través de la formación reglada como de otro tipo de formación no reglada.

—¿Con qué otros organismos trabaja esta Subdirección?

—Esencialmente con las instituciones de la UE, así como con Unesco y con la organización de Estados Iberoamericanos (OEI), además, colaboramos estrechamente con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).

—¿Con qué financiación cuenta esta Subdirección?

—Este año no contamos con partida en los presupuestos, aunque manejamos el grueso que nos viene de Europa a través del Programa Sócrates, que ronda los 1.200 millones de pesetas anuales.

—¿Comparte la gestión del Sócrates con la Subdirección General de Acción Educativa?

—No. La dirección de la Agencia Nacional Sócrates es competencia exclusiva de esta Subdirección, aunque antes de la trasferencia de las competencias a todas las CCAA dependía de la OEI. Eso sí, Eurídice depende del CIDE y otra acción del Sócrates, Naric, depende de la Subdirección General de Títulos y Convalidaciones, pero la liquidación financiera se realiza en la Subdirección General de Programas Europeos.

—¿Qué es lo mejor del Sócrates?

—Lo mejor es Comenius, es la acción reina del Sócrates.

—¿Por qué Comenius?

—Comenius debe su nombre a un filósofo y pedagogo de la República Checa del siglo XVII que luchó mucho por fomentar la escuela abierta, por el enriquecimiento con las experiencias de los otros en el ámbito escolar, que es precisamente la filosofía del Sócrates. Comenius se estructura en tres partes; la primera de ellas gira en torno a la realización de proyectos educativos que se desarrollan a nivel transnacional con una duración de uno a tres años. Cuantos más centros participen de más países direntes, pues mejor. Pueden ser desde un mínimo de tres hasta siete, y como colofón esta iniciativa consta de una fase de inmersión lingüística a través de la convivencia de los escolares durante unos días. Una tercera parte consisten el desarrollo de proyectos escolares, pero esta vez con una temática especial: favorecer la multiculturalidad. A través de estos proyectos se intenta que también intervengan instituciones del entorno del centro como ayuntamientos u ONG, con la pretensión de que todas estas instituciones se impliquen en la financiación de los proyectos de algún modo.

—¿Qué hay en torno a la formación del profesorado?

—La segunda parte de Comenius va dirigida a la formación del profesorado, tanto inicial como continua. En este sentido, se favorece la movilidad, incluso para los futuros docentes que aún no han acabado la carrera y desean realizar las prácticas fuera de nuestras fronteras. Además, la tercera parte del Comenius establece redes temáticas, que permiten a los docentes acceder a través de las TIC a los proyectos desarrollados anteriormente. Así, el Sócrates es un programa excelente, aunque es también muy complejo. Desde esta Subdirección trabajamos continuamente para mejorarlo.