Reválida sí, al final del Bachillerato

El MECD apostará por una fórmula ya conocida desde 1954: la reválida, aunque el panorama sea realmente distinto al que existía antes de la Ley General de Educación de 1970. Finalmente habrá sólo una prueba externa que servirá para obtener el título de Bachiller. Pilar del Castillo se ha decidido a apostar por la Reválida en detrimento de la Selectividad por motivos europeos, a pesar de que el nombre no guste en absoluto en Alcalá 34.

Soplan vientos europeos

La homologación con nuestros vecinos europeos parece una necesidad. Pocos quieren hoy una prueba como la selectividad, por la que los estudiantes han protestado año tras año. Sin embargo, lejos de pensar en eliminar todo tipo de exámenes, la comunidad educativa en pleno tiene claro que es necesaria una prueba externa que, independientemente de los centros, evalúe los conocimientos de los alumnos.

El MECD consigue así dos cosas; por un lado renuncia a la reválida al finalizar la ESO, medida muy criticada por los docentes, que consideran que sus evaluaciones deberían ser válidas para superar el tramo de enseñanza obligatorio.

Distrito único

Por otro, facilita el llamado distrito único europeo, lo que supone homologar el acceso a la Universidad en todos los países de la Unión Europea, de tal manera que los alumnos de procedencia extranjera que ya hubieran superado las pruebas de acceso a la Universidad en sus respectivos países puedan acceder a los estudios superiores en las facultades, escuelas, o centros adscritos españoles sin necesidad de tener que examinarse de nuevo en España como ahora ocurre con la Selectividad.

Además, la LOU facultará a las universidades para establecer sus propias pruebas o criterios en la admisión de alumnos, al igual que se da en otros países como Estados Unidos, donde los estudiantes solicitan los estudios según universidades y son éstas las que admiten o rechazan a los alumnos en función de su expediente.

No obstante, la creación del espacio único europeo todavía tardará por llegar. Cada país de la UE tiene su propia normativa y no es tan fácil la convalidación de estudios entre los distintos estados europeos. Actualmente la Declaración de Bolonia de 1994 parece estar dormida, aunque la movilidad de los estudiantes es un hecho generalizado e impulsado por los distintos gobiernos europeos.

AMPARO VALCARCE
PORTAVOZ SOCIALISTA DE EDUCACIÓN EN EL CONGRESO:
“Parece que cada ministro del PP trae su proyecto particular sobre Educación”

Para Amparo Valcarce la Reválida no es una solución apropiada. “Ya la conocimos en 1954 y se demostró su ineficacia”, afirma. Sin embargo, para la portavoz socialista de Educación en la Cámara Baja “hay que reconocer que si finalmente el MECD opta por una sola reválida será la opción menos mala entre todas las que han barajado, porque en el Partido Popular parece que cada ministro tiene su propio proyecto educativo”. Se refería así Valcarce a la última modificación de la Selectividad, llevada a cabo hace sólo año y medio por el entonces ministro de Educación, Mariano Rajoy.

Pero Valcarce duda de que la Reválida se instaure como método de homologación con el resto de países de la Unión Europea ya que “bastaría con establecer convenios país por país”.

El Partido Socialista se muestra partidario de que exista una prueba de homologación académica de carácter y de validez nacional, aunque rechazan tanto la selectividad como la reválida. Para Valcarce “una prueba externa es absolutamente necesaria para homologar la calidad entre centros públicos y privados, donde estudia un 30 por ciento de los alumnos y tiene que ser de validez general para ordenar a los estudiantes, sobre todo en las facultades, escuelas y centros adscritos donde existen numerus clausus”.