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España destaca en otro informe por los malos resultados de los alumnos

Un reciente informe de Unicef sobre las desventajas educacionales en los países ricos señala a España como una de las naciones en las que los alumnos menos rinden.
Miércoles, 15 de enero de 2003
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Un informe del Centro Internacional por el Desarrollo de los Niños de Unicef (The Unicef Innocenti Research Centre) ha comparado los resultados obtenidos en las escuelas de las naciones más ricas e industrializadas del mundo obteniendo la primera “gran pintura” sobre la eficacia del sistema educativo de cada país.

El informe muestra que el rendimiento escolar en algunos países de la OCDE es consistentemente mejor que en otros. Así, un niño escolarizado en Canadá, Finlandia o Corea tiene muchas más oportunidades de ser educado en un nivel standard razonable y, por ende, muchas menos opciones de estar lejos de la media por debajo que un niño nacido en Dinamarca, Alemania, Grecia, Hungría o los Estados Unidos.

En términos reales, la proporción de alumnos de 15 años incapaces de resolver tareas básicas de lectura varía desde menos de un 7% en Corea y Finlandia a más del 20% en Portugal, Grecia, Hungría, Alemania y Suiza.

En cuanto a los resultados de los alumnos considerados como incapaces de aplicar conocimientos matemáticos básicos varía desde menos del 10% en Japón y Corea a alrededor del 45% o más en países como Portugal, Grecia, España o Italia. Ante estos datos Unicef advierte en su informe que “cuando estos alumnos crezcan, el significado real de unos resultados escolares tan pobres llegarán a ser más claros; por ejemplo, se puede vaticinar que tendrán muchas dificultades a la hora de encontrar trabajo”.

Desigualdades

Pero en el corazón del estudio de Unicef está el asunto de las desigualdades en el aprendizaje. El informe presenta un ránking de los países según las diferencias que existen en cada nación entre los alumnos con peores resultados y los alumnos con un rendimiento medio. Como muestra el gráfico, España estaría a la cabeza de los países con menores diferencias junto con otros como Finlandia, Portugal o Canadá, que según el informe “lo están haciendo relativamente bien a la hora de contener las desigualdades entre los alumnos y no permitir que los estudiantes con peores notas se alejen demasiado de los alumnos con notas medias”. Por decirlo en otras palabras, los resultados de España son plenamente coherentes con el modelo educativo comprensivo impuesto desde 1990 por la Logse. Pero hay que tener en cuenta es que no es lo mismo mantener una homogeneidad alcanzando un nivel alto de resultados (Canadá o Finlandia), que manteniendo un nivel tan bajo como el que existe en España o Portugal.

Por encima de todo el informe destaca las diferencias existentes entre los logros de los alumnos existentes entre las naciones más desarrolladas. De hecho, Unicef revela que “en algunos países como Bélgica, Alemania o Nueva Zelanda las diferencias son tan grandes que los alumnos con peores resultados llegan a estar incluso hasta cinco cursos por debajo de la media”.

Los países desarrollados presentan grandes desigualdades en los logros educativos

Este gráfico en datos porcentuales refleja la diferencia en los logros entre los alumnos con peores notas y aquellos que se encuentran en la media de los resultados de cada país. En concreto, la tabla muestra la media en el ránking de resultados obtenidos en cinco encuestas sobre comprensión lectora, matemáticas y ciencias en alumnos de 15 años (Informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, y los resultados en Matemáticas y Ciencias de alumnos de enseñanzas medias según el Informe TIMSS).

Las escuelas y el desafío de la desigualdad social

Unicef pone de ejemplo a España como uno de los países que mejor lo está haciendo a la hora de paliar las desventajas y desigualdades de los niños en la escuela. No obstante, el informe constata que sería un error llegar a la conclusión de que las desigualdades en la Educación reflejan simplemente las desigualdades sociales y que hay poco que las escuelas o los gobiernos de las distintas naciones pueden hacer para remediarlo.

Por eso, Unicef destaca que algunos sistemas escolares hacen mucho más que otros para mitigar las desigualdades sociales y, de igual modo, la relación entre los rendimientos académicos y el contexto sociofamiliar de cada alumno no se guía por ninguna ley inmutable y, sin embargo, varía considerablemente de unos países a otros. Sin embargo, “está claro que las desventajas escolares no nacen en la escuela sino en casa”, señala el informe. Y los esfuerzos de los gobiernos de cada nación sólo pueden paliar en parte esas desventajas en orden a promover la cohesión social y maximizar la inversión en Educación y, para ello, “deben también tener en cuenta lo que se sabe sobre las ventajas de una escolarización temprana”, señala Unicef.

Para esta Organización Internacional para el Desarrollo de los Niños la esencia de el conocimiento no es complicada: “aprendizaje desde el nacimiento, un ambiente de cariño, seguridad y tiempo dedicado a el juego, la conversación con los niños y la estimulación de los sentidos, así como prioridad en la lectura están en la base del conocimiento y el desarrollo de las habilidades sociales”. Todos los esfuerzos son pocos según Unicef para lograr que el principio de la “igualdad de oportunidades” sea una realidad.

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