Los informáticos, olvidados por la LOCE

Uno de los colectivos docentes que se considera más damnificado con la llegada de la Ley de Calidad es el de profesores de Informática, un área que en muchas comunidades está condenada al olvido, según la Asociación de Profesores de Informática. Por un lado, no es una optativa de oferta obligatoria, por lo que tiende a ser sustituida por otras; además, los centros no cuentan con departamento de Informática propia y, por si esto no fuera suficiente, en el Real Decreto 3473/2000, el área de Tecnología recoge gran parte de los contenidos de la asignatura de Informática, “un 25 por ciento de los contenidos de Tecnología de la ESO según la Ley de Calidad se refieren a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que son contenidos propios de Informática”, asegura el presidente de la Asociación de Profesores de Informática de la Comunidad Valenciana, Ignacio Pérez.

Además, las equivalencias han permitido que estas horas optativas sean ocupadas en muchos casos por docentes de otras especialidades, fundamentalmente el caso del profesorado de Matemáticas.

Todo esto ha llevado a que la situación laboral del colectivo en España no pase por su mejor momento, en una continua reducción de horas lectivas y, por lo tanto, de plantilla de especialistas. Docentes con cada vez mayores dificultades para completar sus horas.

De este modo, Juan Miguel Ruiz, presidente de API Murcia, realizó una clasificación por comunidades autónomas según la situación profesional de este colectivo. Así, el área de Informática se “ha prohibido literalmente” en Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia, aunque ésta última todavía no de un modo oficial.

Por su parte, en Asturias y Canarias, “la Informática se ha ‘caído’ de las listas cerradas de optativas, que es lo mismo a fin de cuentas que prohibirla”.
Mejor tratamiento recibe la Informática en Castilla y León (es optativa oficial), Cataluña (configuración de optativas libre), Extremadura (es posible su oferta) y Navarra (es optativa oficial).

Distinta es la situación del profesorado de Aplicaciones Informáticas que corresponde a los profesores técnicos de Formación Profesional.
Por su parte, en la Comunidad Valenciana hay en la actualidad consolidados cerca de 500 especialistas en Informática.

En este contexto, nació hace varios años la Asociación de Profesores de Informática y sus agrupaciones autonómicas, con la doble reivindicación de que la Informática pase a “ser incluida junto con la segunda lengua extranjera y cultura clásica dentro de las asignaturas optativas de oferta obligatoria y que pueda ser elegida por un alumno en más de un curso de la ESO, y que el profesorado de la especialidad de Informática imparta el contenido de Informática en Tecnología”.
Además, explica el presidente de APICV, “reivindicamos que la Informática sea también asignatura optativa de oferta obligatoria en el primer curso de Bachillerato, y de modalidad en el segundo curso”.

El problema, asegura Ignacio Pérez, es que “consideran a la Informática como una mera herramienta pero no como una ciencia en sí misma”. Como anécdota, Pérez lee un párrafo extraído del Decreto 29/2002 donde habla de “explorar las posibilidades del procesador de textos como herramienta sencilla, para el tratamiento numérico y gráfico de la información, así como para la gestión de datos”. “Esto da una idea de los conocimientos en TIC de quien lo redactó”, sentencia el representante de este colectivo.

“No entramos a debatir la capacitación del profesorado de Tecnología parar impartir Informática, pero va a depender de estos especialistas la selección y adaptación de los contenidos del currículum que van a impartir, lo cual no garantiza que se imparta el bloque de TIC con la debida dedicación”. Porque en síntesis, Pérez afirma que este 25 por ciento debería ser “impartido por especialistas de Informática”.

Sin calidad

Sin embargo, la experiencia que se saca de la LOGSE, y la LOCE sigue el mismo camino, es que “un alumno que llega a cuarto de la ESO no llega ni a manejar el ordenador a nivel usuario. Eso sería la denominada calidad en la enseñanza, que las especialidades las den los especialistas. Al final, el que pueda llevará a sus hijos a una academia para aprender lo que no se le enseña e el instituto”, sentencia el presidente de API Comunidad Valenciana.

Según Ignacio Pérez, “en los contenidos pueden observarse ausencias importantes como los conocimientos multimedia, actitudes frente a las TIC, comercio electrónico y seguridad, así como errores graves como el incluir los lenguajes de programación y desarrollo de aplicaciones a una edad totalmente inadecuada”.

Uno de los problemas que ha tenido esta especialidad ha sido también que “en el sector público, la Administración pone en marcha iniciativas que son muy válidas pero que su seguimiento deja mucho que desear”. Así cita el ejemplo de la iniciativa de la Comunidad Valenciana con su programa Infocole, Internet para todos los centros. “En mi centro tenemos ordenador Infocole; está en un rincón, no se usa y posiblemente no vaya bien ya”.