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Los profesores cuentan con una guía para atender a los niños celiacos

A pesar de ser la enfermedad crónica intestinal más frecuente en nuestro país, pocos docentes saben en qué consiste la enfermedad celiaca y cómo atender a estos niños.
Miércoles, 12 de marzo de 2003
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Elaborada por la Asociación de Celiacos de Madrid, y editada y distribuida por la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad madrileña, se ha impreso “El niño celiaco en el colegio”, una guía práctica para explicar a los docentes en qué consiste esta enfermedad y permitir que toda la comunidad escolar se implique en la integración y cuidados de este tipo de niños enfermos.

El celiaquismo es una intolerancia grave al glutén, una proteína presente en el trigo, la cebada, la avena y el centeno, que en estos enfermos causa una irritación en la mucosa intestinal que deja de comportarse normalmente y de absorber los nutrientes necesarios para un desarrollo normal del niño.

Sin embargo, y a pesar de existir al menos dos mil niños celiacos sólo en Madrid, no existen apenas centros que ofrezcan un menú alternativo. Manuela Márquez, directora de la asociación y autora de la guía, denunció que la Comunidad de Madrid ni siquiera aceptó organizar un encuentro con las empresas de cátering autorizadas a servir comidas en centros docentes, y que no informa a los centros sobre qué hacer con un niño celiaco. A pesar de que algunas comunidades, como la valenciana, ya obligan por ley a facilitar platos alternativos, eso no es la norma común: la doctora García Novo, jefe de la Unidad de Gastroenterología del hospital “Niño Jesús”, comenta que muchas veces a estos niños “los dan de comer aparte, les imponen una dieta monótona de arroz y patatas y además, por una razón desconocida, les retiran la sal”, cuando su consumo no afecta para nada a esta enfermedad. Ello lleva a que algunos menores “se avergüencen de su enfermedad” por como son tratados.
Según el defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, esta guía debe cubrir un vacío que ayude a normalizar la vida de estos niños, romper con su exclusión.
Por ello esta primera edición distribuirá 9.000 guías por todos los centros de la Comunidad de Madrid, tanto públicos como privados, y se está pensando en una distribución más amplia.

Para Núñez Morgades, la ley no debería dejar al criterio del consejo escolar del centro, sino que, atendiendo a un criterio de valor superior, debería dejar en manos de la Consejería de Educación la responsabilidad de que estos y otros niños con trastornos alimentarios sean atendidos correctamente, y de que el coste no recayera en los padres.

Celiaquismo

Los síntomas más frecuentes de un niño que padece celiaquismo son la pérdida de apetito y de peso, diarrea crónica, distensión abdominal, alteraciones de carácter y retraso en el crecimiento. Pero estos síntomas pueden ser moderados o no aparecer, como cualquier otro de los 44 cuadros que forman parte de la sintomatología de la enfermedad.

Aunque el único diagnóstico válido sea una biopsia intestinal, el docente sí puede poner sobreaviso a unos padres que pueden no saber que su hijo es celiaco, u ofrecer soluciones cuando uno de estos niños ha de comer en el colegio. 

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