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El nuevo Cuerpo de catedráticos, criticado por los más veteranos

La disposición adicional decimosexta de la Logse supuso que miles de profesores de Secundaria adquirieran la condición de catedrático, pasando ahora a pertenecer al recién creado Cuerpo de catedráticos, según la Ley de Calidad de la Educación.
Miércoles, 4 de junio de 2003
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Sin embargo, y sobre todo entre los catedráticos más veteranos, el reconocimiento de dicha condición durante la Logse ha dejado mucho que desear, ya que los procedimientos no se han realizado aplicando literalmente la Logse ni respetando los principios de igualdad, mérito y capacidad. Para Julio Anguiano Cristobal, catedrático de Física y Química en 1977 por oposición libre, doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Sevilla en 1984, y con destino definitivo desde 1979 en el IES “Gustavo Adfolfo Becquer” de Sevilla, “la incorporación de muchos profesores al nuevo Cuerpo de catedráticos no le va a dar nivel ni la calidad que se pretende, sino todo lo contrario”. Anguiano argumenta su crítica entre otras, en las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anulando los dos procedimientos selectivos convocados por la Generalitat basados en que la convocatoria del procedimiento no se ajustó a lo dispuesto en la Logse. Según Anguiano, “la selección de los concursantes no se hizo respetando los principios y condiciones de igualdad, mérito y capacidad que impone la Constitución (artículos 23.2 y 103), ya que dicha selección se hizo por las diferentes especialidades de los profesores de Secundaria, lo que no se ajusta al texto de la Logse, por ser la condición de catedrático de carácter personal y no debe ir asociada a especialidad”.

La primera convocatoria para adquirir la condición de catedrático, en base a la Logse, la hizo el MECD en 1991, convocándose 3.325 plazas y no se hizo por especialidades, pero “es un hecho que la Consejería de Educación de Andalucía ha realizado dos procedimientos selectivos por especialidades, repartiendo los profesores por especialidades sin un criterio motivado. El primero fue en 1991 y el segundo en 1998”, señala.

Además, “en los dos procedimientos realizados en Andalucía, al ser por especialidades, se ha reconocido como catedráticos a docentes con unos méritos muy bajos, como el haber obtenido un 0 en la memoria presentada, y un 3 sobre 10 en la prueba oral, frente a otros con más méritos, pero de distinta especialidad”, critica. Estos hechos suponen una fractura entre catedráticos que se agravará con la creación de un Cuerpo que “va a estar integrado por profesores que carecen de una licenciatura y por docentes que aún con pocos méritos tendrán el mismo reconocimiento”.

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