Los niños, estrellas de la Feria del Libro

El pasado domingo concluyó la 62ª Feria del Libro de Madrid, y con ella las visitas de decenas de colegios que, curso tras curso, se empeñan en fomentar el interés de los escolares por la literatura infantil y juvenil. Un sector, por cierto, que ha contado en esta edición con medio centenar de puntos de venta. Concretamente, han sido 51 casetas –de un total de 378– las que han vendido libros a los visitantes más jóvenes.

En fila india y cargados de bolsas. Así discurren los pequeños que, acompañados por sus profesores, recorren el Parque del Retiro con un objetivo: incrementar su contacto con los libros. “Todos los años venimos. Este año me he traído 5º (porque soy tutora) y algunos niños de 6º, los que más han leído”, comenta María Rosario Arranz, profesora del Colegio “Santa María del Valle”. María Navarro es una de esas ávidas lectoras de 6º curso: 36 libros a lo largo de este año es su marca personal.

“Yo me he comprado Todos los monstruos porque es de miedo y me encantan los libros de suspense”, nos cuenta César García, un niño de 10 años que viene con su colegio, el “Santísimo Sacramento”, y al que sus padres le han dado 10 euros para esta cita con los libros. No obstante, es durante el fin de semana –esto es, cuando los niños vienen con los padres– cuando se produce el mayor desembolso en literatura infantil.

Los más vendidos

Otros chavales, en cambio, más que por un título, vienen en busca de su autor preferido. “Hemos venido hoy porque creíamos que venía Knister, el autor de Kika Superbruja, que a los niños les gusta mucho, pero no ha sido así”, nos comenta Ana, otra profesora que ha traído a su clase a la Feria.

Lo cierto es que Kika Superbruja es uno de los más vendidos, junto con El pequeño vampiro, Manolito Gafotas o Harry Potter. Sin embargo, últimamente los títulos de la editorial Kalandraka son los que más récords baten en todos los niveles. De hecho, Belén, la encargada de la caseta de Kalandraka, piensa que “se ha creado un estilo Kalandraka. Se nota porque en el momento en que el niño tiene un libro Kalandraka, le crea adicción. Por eso se paran muchísimos niños en la caseta. La editorial Kalandraka lleva un año en Madrid y los pequeños ya conocen Kalandraka y ya vienen buscando sus títulos”. Entre éstos, los más vendidos son Historia de Ratones y La casa de la duna.

Con todo, la oferta para los chicos mayores de 12 años no termina de encajar, pues a partir de esta edad se tiende a perder el hábito lector. En su experiencia como maestra, Ana ha llegado a la conclusión de que el problema reside en que “la oferta específica para ellos no es atractiva. Les aburre porque es de temas de mayores con personajes pequeños o al revés. Suele estar muy descompensada”.

El Bibliobús

Pero no todo es lectura en El Retiro. Como cada año, el Bibliobús de la Comunidad de Madrid ha acudido fiel a la Feria. Su actividad fundamental ha sido la exposición de la XII edición de su concurso de dibujo, en el que participan pequeños de entre 3 y 12 años. Eso sí, hay tres categorías distintas según la edad, si bien el tema es común: Dibujamos la paz. Por otra parte, el Bibliobús ha contado con cuentacuentos durante todos los días. Nuria, una de las encargadas, comenta que “los niños han participado muchísimo. Ha sido la feria que más hemos tenido. Por la mañana hemos llegado a tener hasta 100 niños, y en fin de semana, 200 personas”. Y es que durante los domingos ha tenido lugar el Mercadillo de la palabra, donde participaban niños y mayores descubriendo las raíces judías y árabes de las palabras castellanas. No en vano, el Encuentro de las tres culturas (judía, cristiana e islámica) ha sido el eje temático de esta Feria.

Las tres culturas en el Pabellón Infantil

Bajo el mismo cielo. Éste ha sido el lema del Pabellón Infantil, acorde con la temática de la Feria sobre las tres culturas: judía, cristiana e islámica. De este modo, el Pabellón Infantil se ha convertido en un espacio para que los pequeños conozcan otras culturas, otros modos de vida y otros valores. Pero, sobre todo, para viajar por los cuentos y leyendas hasta las tres culturas, de tal forma que entendamos mejor las diferencias y celebremos las afinidades.
Raquel López trabaja en el pabellón y nos cuenta cómo está organizado: “Hay dos grandes secciones. La primera es una exposición que hemos llamado La plaza de las palabras, que reúne 14 palabras escritas en las tres lenguas y trata de explicar que, en el fondo, las palabras significan lo mismo para las tres culturas. Y también se intenta explicar la interrelación de las tres culturas en el conjunto de la cultura española”. Recorrer la exposición, por tanto, jugando con las palabras es el objetivo principal.

“El siguiente apartado del pabellón –prosigue Raquel– es un espacio que se llama La sombra del olivo, que sirve para contar cuentos de las tres tradiciones literarias y oír música”. Así, los sonidos y las historias de otras culturas llegan a este rincón en la voz de contadores y músicos.

Asimismo, los pequeños han encontrado en el pabellón las novedades editoriales aparecidas en el año, organizadas por edades y temas, si bien la mayoría de estos libros están también en las casetas. Un lugar, en definitiva, para mirar despacio y, sobre todo, leer.