Escolares dispuestos a conservar nuestros ríos

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA

“Que los niños tomen conciencia cuanto antes de lo importantes que son los ríos y de lo mucho que ellos pueden hacer por conservarlos” es, en palabras de Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena, la finalidad de Acercándonos al río, una guía teórico-práctica publicada por la organización ecologista y el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

116 páginas distribuidas en dos áreas diferenciadas: una primera informativa, donde se aportan datos sobre materias relacionadas con los ríos en general y el Tajo en particular, para que los docentes realicen las actividades contenidas en otra segunda parte práctica, que incluye cuatro bloques: La cuenca, un organismo vivo; El agua, el río y la vida; El río es un lugar de intercambio y, por último, Río natural, río modificado.
En todas ellas los objetivos perseguidos son incrementar el nivel de conocimiento de los alumnos acerca de los ríos, su importancia y sus problemas, al tiempo que se les convierte en protagonistas a través de las actividades que se incluyen en la guía.

Gracias a estas más de 30 actividades –a desarrollar tanto dentro como fuera del aula, en el mismo río–, los profesores de Primaria ya pueden descubrir a sus alumnos los peligros que acechan a nuestros ríos. Contaminación del agua, usurpación de terreno o implantación de infraestructuras son algunos de ellos. Y es que, a pesar de ser una fuente esencial de vida, el río sufre un sinfín de amenazas, tanto naturales como artificiales, provocadas por el ser humano.

Desde Adena, Alberto Fernández Lop, responsable del Área de Aguas continentales, destaca la contaminación del agua como la principal amenaza para las cuencas fluviales: “los ríos españoles son muy frágiles a este respecto debido a la baja cantidad de agua que llevan”.

En definitiva, esta guía pretende, desde el acercamiento y el conocimiento, concienciar a los escolares y a su entorno de la importancia de conservar las cuencas fluviales. Y es que nosotros, como ciudadanos, también podemos contribuir a la buena salud de nuestros ríos ahorrando agua: utilizar la menor cantidad de agua posible, tanto en el uso doméstico como en el público, es una medida fácil y necesaria. De hecho, ducharse en vez de bañarse, cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes o llenar al máximo la lavadora y el lavaplatos, son sólo algunas de las medidas al alcance de nuestra mano.