La formación inicial, otros 2 años en ‘stand by´
Autor: Marta SERRANO
Habrá que esperar más. Al menos otros dos años según los planes iniciales del nuevo director del Instituto Superior de Formación del Profesorado (ISFP), Antonio Moreno González. El equipo de María Jesús San Segundo no está dispuesto a que se ponga en marcha ninguna de las reformas aprobadas por el PP y buena prueba de ello es que, además de paralizar la Ley estrella de la ex ministra Pilar del Castillo, la LOCE, San Segundo también echará por tierra el resto de normativa y de proyectos que han ido directamente al cajón de los olvidos.
Eso pasará con el Decreto 118/2004 de 23 de enero, que regulaba el Título de Especialización Didáctica (TED) en sustitución al actual Curso de Aptitud Pedagógica (CAP), de los años 70.
Como era previsible, en una de sus primeras comparecencias públicas y en el marco de una reunión con los responsables de los institutos de Ciencias de la Educación de 30 universidades, el nuevo responsable de formación del profesorado Antonio Moreno, dejó claro que su intención es reformar la reforma que aún no se ha puesto en marcha.
Un hecho que, al margen de la prudencia de los responsables de los ICE, suscitó críticas, basadas principalmente en la necesidad imperante de una reforma del CAP actual antes de dos años, ya que los ponentes calificaron el actual CAP como “título desprestigiado” y “trámite burocrático” para los estudiantes. Si es un título desprestigiado, ¿por qué mantenerlo otros dos años más?, se preguntan una y otra vez.
Moreno, por su parte, admitió el grave déficit en la formación inicial del profesorado de Secundaria y anunció su intención de crear una Comisión Mixta entre los Departamentos de Educación y Universidades dependientes del MEC para diseñar un nuevo proyecto sobre formación inicial basado en la coordinación de los recursos.
Asimismo, Moreno pidió tiempo, “unos dos años”, estimó, “para diseñar un Plan de trabajo sobre formación inicial en el marco de la UE, que es donde nos debemos mover”, explicó.
Sin embargo, las universidades expresaron su malestar por volver a empezar otro debate y porque la reforma del CAP dependa del gobierno de turno sin que se plantee el principal problema. Éste sería, según Carmen Chamorro, del ICE de la Universidad Complutense, la financiación. Chamorro explicó que este año más de 12.000 alumnos se han matriculado del CAP en la UCM, y estimó el coste de una buena formación inicial en 3.000 euros por alumno. Pero la financiación no es el único escollo para reformar el CAP. Los conflictos de intereses entre el MEC y las CCAA, la selección de alumnos, la realización de las prácticas y las propias universidades, que quieren que el CAP dependa exclusivamente de ellas, también complican una solución.
Críticas del CDL
El decano del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid, José Luis Negro, asegura que el CAP actual, tal como está, no es serio. “Es cumplir de forma artificial una de las condiciones necesarias para ser profesor. Pero ser profesor es mucho más serio. Se ha mantenido por comodidad para las administraciones. Ahora bien, pretender cambiar ahora lo que se había empezado a hacer me parece todavía menos serio”, asegura.
Cada legislatura y cada partido quiere cambiar todo lo que ha hecho un equipo anterior, cuando lo normal sería ir avanzando e introduciendo las modificaciones que se vieran como necesarias por la comunidad educativa.
“La mayoría del profesorado aprobaba muchos de los cambios introducidos por la Ley de Calidad y así lo señalaron en todas las encuestas”, señala, añadiendo que “los partidos políticos deberían tener mucho más sentido común”.
Para el decano del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid, José Luis Negro, “no se trata de decir palabras bonitas, sino de llegar a acuerdos por la Educación para acabar con el escepticismo del profesorado”.
