Las autonomías del PP se quejan por la forma de abrir el debate

Autor: José M. LACASA

A finales de julio, el Ministerio de Educación envió a las comunidades un documento que, precedido por una carta de la propia ministra San Segundo, proponía unas cuestiones para el debate, con la pretensión de que dicho documento les fuera devuelto con correcciones antes del 8 de septiembre.

Dicho documento no ha sentado nada bien a los consejeros de las autonomías gobernadas por el PP. Mientras algunos no piensan ni contestar, otros le van a decir a San Segundo que “no piensan hacer su trabajo”.

Sin embargo, el mayor causa del malestar ha venido por las cuestiones que se van a presentar, cuando la comunidad educativa pensaba que ya estaban cerradas (por ejemplo, la Formación Profesional, consensuada con prácticamente todos, y que ahora el MEC pretende volver a examinar por algunos desajustes con el Ministerio de trabajo).

Por ejemplo, para Álvarez Guisasola, consejero de Educación de Castilla y León, “es como si en estos últimos ocho años no se hubiera hecho nada”. Para Luis Peral, consejero de a Comunidad de Madrid, el cuestionario es demasiado amplio, y pide una Conferencia Sectorial para cerrar los puntos para el debate. Sin embargo, para Castilla-La Mancha, las formas son correctas, y piensan contestar en breve a la ministra, aunque no quisieron hacer públicas sus propuestas.

Cuestiones para el debate educativo

A finales de julio, el MECD envió a las distintas consejerías de Educación un índice de temas para que les fuera devuelto con las correcciones oportunas. El cuestionario, que presentamos en exclusiva, es el siguiente:

—El carácter educativo de la Educación infantil. La introducción temprana de la lectura y los idiomas.

—Prevención de las dificultades de aprendizaje. El rendimiento en la Educación Primaria.

—La incorporación de los alumnos a la Educación Secundaria.

—La atención a la diversidad de los alumnos, sin exclusiones.

—El rechazo de algunos jóvenes a la Educación obligatoria. El éxito y el fracaso social y escolar.

—El bachillerato especializado y formativo: modalidades y título. El acceso a la Educación superior y a la vida activa.

—El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.

—Valores democráticos y Educación ciudadana.

—La enseñanza de las religiones.

—La formación profesional y las necesidades de cualificación. —El reto de las nuevas profesiones y la movilidad de los ciudadanos.

—Las conexiones entre las distintas etapas, ciclos y enseñanzas.

—Educar a todos entre todos. Sociedad, madres y padres, profesores y alumnos.

—El reconocimiento social de la compleja tarea docente. La aportación decisiva de los profesores en la formación de los jóvenes.

—Los centros sostenidos con fondos públicos y el servicio público de la Educación.