Un verano de cuento entre marionetas
Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA
Desde el 7 de julio y hasta el 5 de septiembre, magia, creatividad y diversión se han dado cita en el parque de El Retiro de la capital. Titirilandia 2004 ha reunido tradición e innovación en un extenso programa destinado a cubrir las necesidades culturales y de ocio de los más pequeños, pero también de sus mayores. De hecho, son más de setenta mil las personas que se acercan año tras año al centenar de representaciones veraniegas de Titirilandia.
En ésta la undécima edición se ha incorporado a Titirilandia un espacio excepcional: el Centro Cultural Casa de Vacas, donde se ha ofrecido el programa de Títeres de Verano, con una lúdica exposición, Expohadas, el encuentro de jóvenes europeos, Eurotítere, y espectáculos diarios en el auditorio. Junto al auditorio, los niños han disfrutado de funciones al aire libre en el Teatro Municipal de Títeres, frente al embarcadero. Entre uno y otro espacio teatral han sumado 144 espectáculos a lo largo de estos dos meses. Grupos procedentes de toda España y del extranjero (Bulgaria, Uruguay, Francia, Italia, Argentina y Servia-Montenegro) han dado vida a los personajes de espectáculos tales como Juanaca el de la Vaca, Los Caballeros de Pez, Molino de cuentos, De juego a juego o Alerta, Extraterrestres.
Por otro lado, han sido 16 las funciones de Un verano de cuento, un taller de creación literaria que pretende acercar la magia del arte a los más pequeños de la mano de escritores, cuantacuentos e ilustradores de la talla de José María Merino, Concha López Narváez, Rafael Salmerón o Ana García Castellanos, entre otros.
La literatura también ha sido la gran protagonista de Personajes españoles al calor de las hadas, una exposición que ha dado a conocer a los niños los personajes más importantes de nuestra literatura infantil y juvenil del siglo XX. De paso, se ha homenajeado a María Luisa Gafael, Premio Nacional de Literatura en 1952 y autora de obras tan importantes para los jóvenes lectores como Las hadas de Villaviciosa de Odón (1952).
El pasado domingo se cerraba este festival con un broche de oro, el maratón Títeres solidarios, donde se desarrollaron actuaciones durante 10 horas, además de actividades de concienciación solidaria realizadas por voluntarios de Ayuda en Acción. No en vano, Titirilandia colabora con esta ONG en un proyecto de formación de niños de comunidades rurales indígenas de Nexapa (México).
