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Dorado tendrá que lidiar con la escisión entre FERE y Concapa

La llegada de monseñor Dorado Soto, obispo de Málaga, a la presidencia de la comisión episcopal de Enseñanza y Catequesis, tras el relevo de Rouco por Blázquez, se ha producido en un momento complicado.
Miércoles, 16 de marzo de 2005
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Autor: José Manuel LACASA

La postura de FERE de negociar y firmar un pacto que ha escindido no sólo la Mesa de la Concertada, sino a las dos organizaciones católicas más importantes del mundo de la Educación, obligará al nuevo responsable de enseñanza de la Iglesia española a intentar contemporizar o a tomar partido.

Varios responsables episcopales –entre ellos monseñor Cañizares, antiguo responsable de Educación y actual vicepresidente de la Conferencia episcopal, y monseñor Rouco, el presidente saliente– ya le dijeron al presidente de FERE, Manuel de Castro, que no estaban de acuerdo con su postura. Incluso otro importante miembro de la curia le instó a romper el pacto y empezar de nuevo.

Aunque no es conocida la posición de monseñor Dorado en este caso, la composición de la comisión de Educación y la cercanía del obispo de Málaga a monseñor Yanes podrían inclinar la balanza de este último hacia el pacto inspirado por el Ministerio.
 

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