Monstruos en el aula de tres años
El miedo que sienten los niños puede tener diversos orígenes y grados, pero en todos los casos hay que considerar que el niño está sufriendo y, por lo tanto, hay que ayudarlo a superar esa situación, ya sea previendo las causas que lo producen o, cuando ya se han producido, dándole nuestro apoyo, seguridad y armas para que pueda luchar contra él.
Objetivos
El objetivo de nuestro proyecto es desdramatizar los miedos que surgen en estas edades con elementos de humor, así como respetar las necesidades e intereses de los niños y su ritmo de maduración individual. La metodología ha sido eminentemente activa y participativa. Nos basamos en los principios de acción-reflexión e investigación y damos prioridad al desarrollo de actitudes con el fin de crear un ambiente cálido y seguro.
Las actividades se han organizado de acuerdo a las características evolutivas de los niños de tres años. Los alumnos han realizado sencillos procesos de investigación y recopilación, obteniendo datos, clasificando y elaborando información.
Paso a paso
La investigación ha estado compuesta de estas fases:
1. Primeros pasos:
Tras la lectura del cuento Laura tiene miedo, las preguntas surgieron: ¿quién tiene miedo?, ¿cómo son los monstruos?… Al principio nuestra reacción era de escucha, moderando las intervenciones. Luego decidimos investigar sobre el tema y hacer partícipes a las familias, ya que nos podían aportar mucha información. Así, les escribimos una carta y en esa misma tarde empezó a llegar material al aula: cuentos, muñecos, CDs interactivos… Todo lo que llegaba, tras informar al grupo, se dejaba en el rincón de los monstruos. Además, aprovechamos el Libro viajero para recoger información. Cada niño llevaba el libro a su casa donde trabajaba con su familia el tema. Cuando regresaba al aula, lo exponía al resto de los compañeros y el libro seguía viajando.
2. Recogida de información:
La información la recogimos de diferentes fuentes: visita a la biblioteca, libro viajero, películas, juegos, cuentos, muñecos, disfraces…
3. Puesta en común:
La primera toma de contacto con el desarrollo del proyecto se articuló en torno a la puesta en común de experiencias personales e ideas previas sobre los monstruos, fantasmas, brujas… Para ello se anotó una relación de las características: hay brujas, fantasmas, monstruos…; algunos son buenos, otros malos…; comen galletas, sangre…
4. Clasificación:
Una vez recogidos todos los datos, los clasificamos analizándolos y sistematizándolos para que todos los participantes pudieran tener una visión global de los monstruos:
—¿Qué tipos hay?: fantasmas, brujas…
—¿Qué comen?: galletas, sangre, gusanos…
—¿Dónde viven?: en castillos, en el bosque…
—¿Son buenos o malos?
5. Expresión:
Una vez ordenados y comentados los datos, se pasó a realizar las tareas de expresión tratando de reflejar lo aprendido. Para ello abordamos todas las áreas: Plástica, Expresión oral y lenguaje escrito, Expresión corporal y dramática, Expresión musical, y taller de maquillaje y disfraces.
Todas las áreas
Los niños trabajaron actividades distintas en cada área finalizando con una exposición:
—Plástica: la realización de diferentes monstruos con diferentes técnicas (picado, recortado, rasgado, construcción de móviles…).
—Expresión oral y lenguaje escrito: poesías, cuentos, refranes, retahílas…
—Expresión corporal y dramática: dramatización de la canción, disfraces…
—Expresión musical: canción Soy un vampiro, banda sonora del Fantasma de la Ópera.
—Exposición de todo lo aprendido: con ella se pretende contemplar los diferentes tipos de monstruos, qué comen y dónde viven. Además, se elaboró un dossier con toda la información recogida, que forma parte de la biblioteca de aula y se llevan los niños a casa.
A. CASCALES, A. ROMERA
CP “Virgen de los Desamparados”
Orihuela (Alicante)
