El Congreso da luz verde a una LOE que no convence

Autor: Marta SERRANO

Son muchos a los que no les gusta la Ley. Ni al PP, ni a los anti LOE –los convocantes de la macromanifestación del pasado 12-N–, ni a muchos colectivos de profesores e incluso ni siquiera algunos sectores de la izquierda están conformes con el texto que mañana saldrá del Congreso de los Diputados.

Ante la radicalidad de quienes piensan que ahora es la escuela pública la que queda marginada, la comunidad educativa se ha posicionado en dos únicos bandos: los que apoyan la LOE y los que no. Unas posturas que se han escenificado y repetido en el arco parlamentario. Por un lado, todos los grupos políticos y, en el otro, el Partido Popular.

Pero no está solo. La LOE no convence a nadie y los más descontentos son los representantes del profesorado de Secundaria. Desde el sindicato de profesores ANPE se ven cosas positivas en la LOE pero se critica que es una Ley que “rebaja los niveles de exigencia”, al tiempo que “no se adoptan todas las medidas necesarias para mejorar el bajo rendimiento escolar y el alto índice de abandono precoz”, afirmó a MAGISTERIO Javier Carrascal, portavoz de la organización.

La LOE, “ni responde a las expectativas creadas para afrontar los retos de calidad del sistema y la motivación de profesores y alumnos, ni modifica la estructura del sistema educativo, sobre todo en la enseñanza Secundaria y el Bachillerato, que siguen necesitando una reforma profunda”, añadió.

En cuanto a la Federación de Profesores de Secundaria (FPS), sus críticas a la Ley son feroces, sobre todo, al apartado dos de la disposición adicional séptima. Una enmienda transaccional sobre titulación del profesorado aprobada gracias al PSOE y ERC que no beneficia a la cálida de la enseñanza y supone un coladero de docentes probablemente poco cualificados para impartir clase en Secundaria.

Incluso el sindicato FETE-UGT, ve motivos de preocupación en la LOE y, entre otras cosas, valora negativamente “que se hayan rebajado todas las medidas que garantizaban una distribución equitativa de los alumnos con necesidades de apoyo educativo entre todos los centros sostenidos con fondos públicos”.

La Religión se queda igual

El asunto de la clase de Religión ha sido uno de los que más controversia ha causado. Y, ¿todo para qué? Al final, quedará prácticamente igual que con la Logse. En concreto, lo que dice la Disposición Adicional Segunda sobre la enseñanza de la religión es lo siguiente:

1. La enseñanza de la religión católica se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y asuntos culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado Español. A tal fin, se incluirá la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos.

2. La enseñanza de otras religiones se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación celebrados por el Estado español con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, la Federación de Comunidades Israelitas de España, la Comisión Islámica de España y, en su caso, a los que en el futuro puedan suscribirse con otras confesiones religiosas.

Los verdaderos cambios se introdujeron gracias a la enmienda transaccional del PSOE a las enmiendas 584, 585 y 586 del PNV. Se trata de la Disposición Adicional Segunda bis sobre el profesorado de Religión, que queda redactada así:

1. Los profesores que impartan la enseñanza de las religiones deberán cumplir los requisitos de titulación establecidos para las distintas enseñanzas, así como los establecidos en los acuerdos suscritos entre el Estado Español y las confesiones.

2. Los profesores no funcionarios de centros públicos que impartan Religión lo harán en régimen de contratación laboral. La regulación de su régimen laboral se hará con la participación de los representantes del profesorado. Se accederá al destino mediante criterios objetivos de igualdad, mérito y capacidad. Estos profesores percibirán las retribuciones que correspondan a los interinos. Las confesiones sólo proponen.