Las CCAA actualizan sus sistemas de asesoría jurídica para docentes

Autor: Rodrigo SANTODOMINGO

Las comunidades autónomas están poniendo al día sus mecanismos para asesorar jurídicamente al docente cuando éste sufre algún tipo de agresión física o verbal por parte de padres o alumnos de su centro educativo.

Aunque, en su calidad de funcionarios, los profesores de la Pública disfrutan de asistencia letrada gratuita a cargo de los servicios jurídicos de la Administración correspondiente, lo cierto es que el alto número de casos de violencia infligida a los cuerpos docentes está llevando a algunas consejerías a implantar herramientas específicas para este colectivo.

Algunas comunidades como Murcia han elaborado protocolos de actuación dirigidos a los profesores que sufran agresiones. En ellos se informa de manera clara y concisa de los pasos a seguir cuando toque recurrir a la justicia ordinaria, y se incide en el derecho que asiste al docente de acudir a la Administración cuando necesite ayuda.

En otros, caso de Navarra, la Administración educativa ha optado por derivar las tareas de asesoramiento a sus inspectores, que son los que se encargan de informar al docente agredido de sus derechos y deberes y de los márgenes de actuación con que cuentan.

En Madrid, Educación ha ampliado este curso 2005-06 los servicios de asesoría y adjudicación inmediata de letrado (de los que se encarga un bufete privado de abogados) a todo aquel que lo solicite, tenga o no un juicio pendiente. “Es habitual que recurran a ellos los profesores que han sido llamados a declarar como testigos de otra agresión. El bufete que hemos contratado no puede decir que no”, asegura Carmen González, viceconsejera de Educación en la Comunidad de Madrid.

Agilidad

Más agilidad en la respuesta de la Administración es lo que demandan los sindicatos CCOO y ANPE en Andalucía, una de las comunidades donde las agresiones a docentes son más frecuentes.

“La velocidad con la que llegan los juicios rápidos choca frontalmente con el sistema de asistencia letrada de la Consejería”, argumentan desde la Federación de Enseñanza de CCOO en esta comunidad. “Es urgente dotar de agilidad y flexibilidad al procedimiento de modo que la asistencia sea inmediata”, aseguran.

En esta comunidad, el profesor agredido tiene que remitir un formulario a la delegación provincial de Educación, que estudia cada caso concreto para decidir si procede facilitar un letrado o no al docente. “A mi me consta que cuando el caso es urgente, se asigna un abogado con toda rapidez”, se defiende Lola Luna, jefa del servicio que engloba a los temas judiciales en la Consejería andaluza.

“Se comportaba de forma muy airada”

El pasado curso 2004-05, José Luis Iglesias, director del IES “Someso” (A Coruña), no sabía qué hacer con un alumno conflictivo como pocos, de esos que hacen imposible dar una clase con un mínimo de normalidad. Finalmente, la delegación provincial de Educación optó por asignar otro centro al alumno ante sus repetidos episodios de indisciplina.

Al parecer, esta decisión no fue del agrado de la madre y su compañero sentimental, que decidieron acudir al instituto coruñés para pedir explicaciones. Les recibió Iglesias en su despacho. “Se comportaban de forma muy airada. La madre era muy maleducada”, recuerda Iglesias.

Aprovechando un despiste del director, el compañero de la madre propinó un golpe en la ceja a Iglesias, que empezó a sangrar abundantemente. Lo hizo delante del chaval, poniendo en práctica una forma de enseñanza por imitación muy poco recomendable.

Tras el incidente, Iglesias siguió todos los pasos recomendados: buscar testigos, parte médico, comunicación inmediata a la Consejería y denuncia en comisaría. “Educación puso a mi disposición un letrado, que es el que está llevado todo el asunto”, afirma el director, por fortuna libre de secuelas.

Caso diferente al de Antonio González, director del IES de Benalúa de Guadix (Granada), el cual perdió un 60% de audición en un oído tras ser agredido por el tío de un alumno. El director del instituto sigue de baja y con pocas ganas de hablar, pero su jefe de estudios, Gumersindo Aybar, reconoció a MAGISTERIO que las agresiones en el centro son habituales. Sin ir más lejos, hace pocos días, un alumno propuso a Aybar que le hiciera una felación…