Un cartón puede ser un camión

Este proyecto surgió en la Casa de Niños de Rascafría con un grupo heterogéneo de 19 niños entre dos y tres años. Durante este curso contamos con la educadora de apoyo y eso facilitó mucho las cosas.

Se dio la circunstancia de que en el aula al haber un número elevado de niños pensamos que era mejor disponer de abundante material, aunque la realidad fue otra, pues a menudo surgían conflictos.

Con todo esto, nos dimos cuenta de que poco a poco el material de aula se iba deteriorando, e incluso la utilidad que los niños le daban no era la adecuada. Por ello decidimos en la asamblea retirar todos los juguetes y buscar una solución.

Entre todos decidimos fabricar nuestros propios juguetes de aula con materiales de desecho para enriquecer así las posibilidades de juego.

Convocamos una reunión con las familias para contarles lo ocurrido en el aula y la solución que nos habíamos planteado. A las familias les pareció una buena idea e incluso se sintieron motivadas a la hora de traer gran variedad de materiales de desecho.

Comentamos entre todos lo que nos gustaría construir en clase, y surgieron las siguientes ideas:
–Cámara de fotos (con cajas de cartón pequeñas y petit-suise): con este juguete jugaban a que eran fotógrafos.
–Tortuga (cartón de huevos): este peculiar juguete conecta con sus intereses sobre los animales.
–Traga bolas (cajas enormes de cartón, pelotas de papel plastificadas y pintura de dedos): además de permitirles encestar, se divertían mucho escondiéndose dentro de él.
–Juego de bolos (botellas de agua llenas y coloreadas con colorante alimenticio, pelotas de papel plastificadas): este juego requería concentración y coordinación oculo-manual, lo cual les entretenía mucho y descargaban la tensión del día.
–Narices (cartón de huevos, goma y pinturas): disfrutaron de lo lindo disfrazándose con ellas.
–Telescopios (rollos de papel higiénico, papel celofán y gomets de colores): resultó interesante mirar por un agujerito para ver lo que había detrás.
–Camiones (tambor de detergente precintado, tapaderas de plástico, cajas pequeñas y pinturas): hacían carreras entre ellos.

Colaboración familiar

En todo momento contamos con la colaboración de las familias, que todas las semanas (durante dos meses) nos ayudaban a fabricar con ilusión “nuestro proyecto”.

De esta manera papás, tíos y abuelos se implicaban directamente en lo que iban a ser los nuevos juguetes de aula.

La valoración de esta actividad resultó muy positiva y supuso un inicio en la valoración y respeto en el uso del material del aula, desarrollando la imaginación y creatividad de todos y, además, una estrecha colaboración con las familias.

A través de este proyecto los niños de Rascafría aprendieron a reutilizar los materiales de desecho y a jugar a que “una caja, una cuerda…” se puede convertir en lo que ellos quieran.

Además, con todo ello conseguimos el objetivo principal que nos proponíamos: disminuir los conflictos en el aula.

Objetivos

Otros objetivos de este proyecto han sido:
–Desarrollar las posibilidades motrices, sensitivas y expresivas de los niños.
–Favorecer la creatividad e iniciativa ante nuevas propuestas.
–Aplicar la coordinación visomanual para manejar distintos materiales de desecho.
–Valorar la importancia de la realización de la obra.
–Interés por las obras propias y las de los demás.
–Potenciar y desarrollar el trabajo en equipo.
Dos son los contenidos principales que se trabajaron que el aula gracias a este proyecto de construcción de juguetes:
–Hábitos elementales de constancia, atención, iniciativa y capacidad de esfuerzo en la propia actividad.
–Reutilización de materiales de desecho.

Pero no sólo se trabajaron los objetivos para los niños, además perseguimos varios objetivos con las familias, como:
–Potenciar la participación de las familias e implicación en el proceso de enseñanza- aprendizaje.
–Crear una relación de confianza en el centro.

Marta CAMPUZANO,
Yolanda EMBIZ LÓPEZ
CN de Rascafría (Madrid)