La tarea de los docentes es el aprendizaje y no la enseñanza

El profesor centrará su tarea en el aprendizaje y no como hasta ahora en la enseñanza. Ésta es una de las principales conclusiones del Seminario La LOE y sus docentes: derechos y deberes, organizado por la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid y celebrado los días 5 y 6 de octubre.

El Seminario ha pretendido ser un punto de encuentro entre todos los actores que participan en la definición del marco estatutario del funcionario docente. El foro reunió a casi 150 personas provenientes de los sindicatos, las administraciones educativas, los Consejos Escolares del Estado y las consejerías de Educación autonómicas. Las asociaciones de profesionales, las del campo de estudio de la Pedagogía, las de las Facultades de Educación, de Derecho y las Escuelas Universitarias de Magisterio y de los institutos también estuvieron presentes.

En el análisis internacional se destacó el caso francés, donde además de la regulación de la función pública, se resaltó la responsabilidad expresa que se confiere a los docentes respecto a la formación de ciudadanos en el respeto de los valores y de los principios de la República. Respecto a los Países Bajos, se destacaron dos conceptos relevantes: evaluación y rendición de cuentas; y se hizo hincapié en la importancia de la formación y la responsabilidad del docente. En el ámbito español algunos derechos como la libertad de cátedra se reconocen en la Constitución y se extienden a los profesores no universitarios desde 1981.

Pero lo más interesante del evento, sin duda, fue el análisis sobre la práctica docente. Lo primero fue el reconocimiento de la situación actual del sistema educativo y de los cambios sociales que condicionan de alguna manera el sistema y que han generado un importante incremento en las funciones del maestros y profesores: cambios sociales en la composición de la población escolar, la influencia de los medios de Educación, la relación con los padres de los alumnos, etc.

En la actualidad, el docente ya no sólo debe ser un especialista que transmite conocimientos, sino, sobre todo, contribuir a facilitar el aprendizaje de sus alumnos, ayudarles a desarrollar hábitos y actitudes, ser cultos, afectuosos y comprometidos socialmente, para lo cual han de ser educadores con vocación personal y profesional. Es decir, centrar la actividad docente en el aprendizaje más que en la enseñanza.

Se reconoció además la necesidad de revertir la percepción de hacer de todos los problemas sociales problemas educativos.

De cara al nuevo marco para la profesión docente que se establecerá en el Estatuto de la función pública docente se perfilaron como los grandes deberes de los docentes:

El cumplimiento de sus funciones, en especial aquellas que participan de la Educación integral de los alumnos, la formación a lo largo de su carrera de forma inicial y continuada y la evaluación y la rendición de cuentas en las diferentes funciones que desempeña.

La libertad de cátedra y el reconocimiento de una labor bien hecha serán sus principales derechos.

 

 

El subsecretario del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), Fernando Gurrea se refirió a los docentes, pero centró su discurso en las propuestas sindicales de cara a la confección del futuro Estatuto de a Función Pública Docente. En la clausura del seminario La LOE y sus docentes: derechos y deberes, Gurrea indicó que, algunas iniciativas sindicales sobre el Estatuto causan sonrojo. En concreto afirmó que contestaría como Manuel Azaña en algún debate parlamentario: «Permítame que me sonroje en su nombre, señoría», señaló.

No obstante, Gurrea no precisó cuáles eran esas propuestas ni quién las plantea, e insistió en que hay cosas que «no se pueden cumplir, que no se pueden sacar adelante». Es más, ante la convocatoria de movilizaciones anunciadas por los principales sindicatos del sector el subsecretario dijo que el Ministerio de Educación «ha cumplido» con sus deberes al poner encima de la mesa una propuesta de estatuto y que intenta «a toda costa» que esta norma, que es una demanda «muy extendida» entre el profesorado, salga adelante.

«Corresponde al resto de agentes sociales compartir esa responsabilidad para hacerlo posible, para que no vuelva a ser un intento que llene más anaqueles del MEC», concluyó.