La Conferencia Episcopal valora muy negativamente el desarrollo de la LOE

Autor: J.M.L.

El documento, denominado La Ley Orgánica de Educación (LOE), los Reales Decretos que la desarrollan y los derechos fundamentales de padres y escuelas, concluye, sobre la asignatura de Religión, que “el estatuto académico de la enseñanza de la Religión no resulta equiparable al de una asignatura fundamental que se imparte sin que nadie resulte discriminado. Así, la regulación de esta enseñanza carece de la seriedad académica que reclama el derecho de quienes la solicitan libremente, es decir, cerca del ochenta por ciento de los padres. Queda, pues, obstaculizado el ejercicio real y efectivo de un derecho reconocido por la Constitución Española en su artículo 27, 3 y no se cumple lo pactado en los Acuerdos” con la Santa Sede.
Sobre el profesorado de Religión, los obispos dicen que la nueva regulación “no responde satisfactoriamente ni a los compromisos adquiridos por el Estado con la Iglesia Católica, en virtud del Acuerdo correspondiente, ni a la jurisprudencia sobre la materia, en particular, a la última Sentencia del Tribunal Constitucional, del pasado día 15 de febrero”, y que no reconoce satisfactoriamente el carácter específico de su trabajo. Además, anuncian que “es posible que sea necesario recurrir a las acciones legales oportunas para que sea respetado el ordenamiento jurídico vigente, que tutela los derechos de todos”.

Ciudadanía

Más críticos son, si cabe, contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía, al afirmar que es “una formación estatal y obligatoria de la conciencia”. Dicen que “el Estado no puede imponer legítimamente ninguna formación de la conciencia moral de los alumnos al margen de la libre elección de sus padres”, y que “Si el sistema educativo obligara a recibir otra formación de la conciencia moral, violentaría la voluntad de los padres y declararía implícitamente que la opción hecha por ellos en el ejercicio de sus derechos no es considerada válida por el Estado”.
Profundizando en sus contenidos, considera la CEE que “hemos de denunciar también que los criterios que guiarán estas enseñanzas son los propios del relativismo y de la llamada ideología de género. La ‘verdad’ no juega papel alguno en los Decretos que desarrollan sus contenidos”. Advierten que “no habría nada que objetar a una asignatura que facilitara el conocimiento objetivo de los principios constitucionales o de las normas cívicas de convivencia”, pero “las enseñanzas concretas que, bajo el nombre de Educación para la ciudadanía, constituyen una lesión grave del derecho de los padres a determinar la educación moral que desean para sus hijos; unas enseñanzas que, además, tal como aparecen programadas, significan la imposición del relativismo y de la ideología de género”. “No es precisamente esto lo que los organismos de Europa sugieren a los Estados miembros”, concluyen.
Sobre este documento, Concapa ha anunciado que suscribe la nota y que “defenderá los derechos y libertades de los padres”. Por su parte, FERE-CECA manifestó que “Educación para la Ciudadanía se impartirá en sus centros conforme a su carácter propio católico”.
Por su parte, la secretaria de Educación del PSOE, Eva Almunia, ha afirmado que la asignatura es “plenamente respetuosa” con las leyes, y que animar a los alumnos a hacer novillos es “irresponsable”. Por su parte, las Juventudes Socialistas acusaron a los obispos de “falta de respeto a la democracia”.