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"La baja inversión es el cáncer del sistema educativo"

Lleva dedicándose a la actividad sindical desde 1990, cuando adquiere la responsabilidad del sindicato en Málaga, y desde hace cuatro años ostenta la secretaría general de la federación estatal. José Campos fue elegido el pasado mes de julio miembro del Consejo Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación (IE), convirtiéndose en el primer representante de España en este organismo.
Miércoles, 17 de octubre de 2007
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Autor: Adrián ARCOS

El pasado verano fue elegido miembro del Consejo Mundial de la IE, ¿cuál ha sido su trabajo para alcanzar este puesto?
Ha sido el premio por un trabajo coherente durante cuatro años en el sindicalismo internacional. Nuestro programa estuvo fundamentado en el papel de España como interlocutor mundial y su compromiso con el diálogo entre las culturas. Nuestro país tiene muy buena relación con África, Latinoamérica y el sur de Europa, por eso tuvimos el apoyo de los sindicatos de todos estos países.

¿Era algo que se esperaba?
Para mí es un honor representar por primera vez a España en el Consejo y también un gran reto. Ha habido mucha ilusión por parte del equipo, pero era muy difícil, porque entramos en una votación abierta y hemos tenido que competir con sindicatos mucho más fuertes que los españoles, como los anglosajones y los nórdicos.

¿Qué objetivos tiene el Consejo Mundial?
La IE reúne casi al 95% de todos los docentes del mundo, ya que está formada por más de 300 sindicatos de 180 países. Es un organismo que tiene una interlocución directa con las instituciones internacionales (ONU, Unesco, Banco Mundial, Fondo Monetario). Por un lado, reivindica una Educación pública generalizada para todos como instrumento para ganar en libertad. Por otro, intenta mejorar las condiciones laborales de los docentes para valorar la profesión y para ganar en calidad de Educación.

¿Qué actividades realizan en la actualidad?

Ahora en Europa nos encontramos en plena negociación del Proceso de Bolonia, con una interlocución muy importante con la Conferencia de Doctores Europea y con la UE. También tenemos organizadas varias campañas mundiales que sirvan como instrumento de presión para mejorar las condiciones laborales.

Hace una semana presentaron  el Barómetro de la Educación ¿qué opinión le merece las mala situación de España en algunos aspectos?
Nos sentimos satisfechos por la evolución del sistema educativo español en lo que se refiere a la generalización de la Educación superior y a los avances en Infantil. Sin embargo, es muy negativa la inversión en Educación que se hace en España. Es increíble que un país que en los últimos 15 años ha crecido más de un 3,5% en el PIB haya disminuido su inversión en Educación. El gasto en Educación es la asignatura pendiente y el gran cáncer de nuestro sistema educativo. No se puede hacer una Educación de calidad si no va acompañada de una inversión suficiente.

Algo en lo que usted incide siempre es en la necesidad de dignificar la profesión ¿a qué se debe esa cada vez mayor desvalorización?
El problema del desprestigio del profesorado se debe a la mala política que ha llevado a cabo la Administración. En ninguna de las leyes educativas se le otorga al profesor la importancia real que tiene. Y eso pasó en la Logse y la LOCE, y esperemos que no vuelva a ocurrir ahora. Todos sabemos, por los datos de la OCDE y PISA, que los países donde el profesorado está más valorado socialmente obtienen mejores resultados en Educación.

¿Piensa que la LOE cumple las expectativas del profesorado?
La LOE tiene un marco teórico bastante bueno, aunque nosotros hemos sido bastante críticos con el reparto que realiza de los alumnos y con la financiación. Lo que nos preocupa es la voluntad política de las comunidades autónomas a la hora de aplicarla, porque la Logse fue un instrumento teórico muy importante, pero su aplicación fue nefasta. Precisamente fue esa aplicación la culpable de los problemas posteriores.

Parece que la principal herramienta para mejorar las condiciones laborales del profesorado (el Estatuto) no va a salir finalmente adelante.
Yo soy optimista y creo que este Gobierno no se va a permitir el lujo de defraudar otra vez al profesorado. El Estatuto es una promesa personal del propio presidente del Gobierno y una necesidad del sistema educativo. Lo importante es llegar a un acuerdo y si no se puede tramitar en esta legislatura, hacerlo en la próxima. Nosotros vamos a negociar hasta el final, y si no vemos soluciones, movilizaremos, haya o no haya elecciones políticas.

Pero ¿por qué piensa que el MEC se ha resistido tanto a negociar y a aceptar las propuestas sindicales?
Creo que el MEC tiene voluntad de sacar adelante el Estatuto, pero está teniendo problemas con las competencias de las CCAA. Hay algunas que desde el principio se negaron a que existiera un Estatuto que englobara a todo el Estado. Quieren, más bien, un Estatuto en cada una de las regiones. Otro problema es Hacienda y la financiación, es un ministerio rácano que no se toma el tema del Estatuto Docente como algo fundamental y necesario.

En la presentación del Barómetro el secretario general de la IE rompió una lanza a favor de Educación para la Ciudadanía, ¿cuál es su postura?

Ya el Consejo de Europa planteó como necesarios los contenidos de la asignatura en la época del PP y era un déficit que teníamos en España. Nosotros siempre hemos planteado la transversalidad de esta materia, que los contenidos formaran parte de todas las asignaturas y del proyecto global del centro. La polémica es bastante interesada y no tiene que ver con el debate educativo, ya que cada centro puede adaptar la asignatura a su ideario.

¿Qué piensa acerca de que los alumnos de Bachillerato puedan pasar de curso con cuatro asignaturas suspensas?
Siempre hemos planteado un Bachillerato de tres años y pensamos que es una medida acertada el que un alumno de esa edad tenga más posibilidades de poder seguir estudiando. Intentar solucionar el fracaso escolar en Bachillerato es un absurdo. La clave está en reforzar la Primaria y la Secundaria Obligatoria.

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