La inversión educativa, estancada los últimos años

Autor: José M. LACASA

El gasto público en Educación en relación al PIB, una vez excluídos los capítulos financieros, ha caído ocho centésimas desde el año 2000 hasta 2005, y tres entre 2004 y 2005. Si en 2000 –el año cero de la finalización de las transferencias– las Administraciones gastaban en Educación un 4,33% del PIB, y en 2004 un 4,28%, en 2005 –el primer presupuesto de la era Zapatero– se quedó en un 4,25%. Mal comienzo para una promesa electoral de subir el gasto en Educación nada menos que un punto del PIB.
Estos datos, publicados por el MEC, están calculados una vez detraídos los capítulos financieros, puesto que estas partidas dificultan la comparabilidad de un año a otro. Por ejemplo, si se hubieran incluido los capítulos financieros, España habría dejado de gastar, entre 2004 y 2005, una décima entera: de 4,40% a 4,30%.
Sin embargo, en dinero el aumento ha sido considerable, pero, por lo visto, por debajo de lo que nuestro PIB nos permitía. En 2000 España gastaba más de  27.000 millones de euros, mientras que en 2005 ya pasaba de los 38.500 millones.

No universitaria

En Educación no universitaria hay que hablar más de estancamiento que de pérdida en cuanto a gasto relativo, aunque el aumento es considerable también medido en términos absolutos. En 2000 gastábamos un 3%, cantidad que ha permanecido estable –salvo un pequeño bache en 2001– hasta 2005, donde se repite esa cifra.
Sí ha habido descenso si consideramos sólo el gasto de las administraciones educativas en Educación no universitaria: si en 2000 gastaban un 2,84 del PIB, en 2005 –y por tercer año consecutivo– estamos en un 2,79%, media décima por debajo (recordemos que hoy día una centésima del PIB son “tan sólo” 9.000 millones de euros).
En términos absolutos, el aumento de dinero sí que ha sido considerable: de casi 19.000 euros en 2000 a más de 27.000 en 2005.

Gasto y presupuesto

Pero precisamente ahí es dónde radica el secreto de por qué los presupuestos en Educación de todas las comunidades autónomas crecen todos los años, pero nunca sube el gasto relativo (es decir, en relación al PIB). Todos los años los presupuestos de Educación publicitan un aumento considerable –ahora estamos en tiempo, ya lo verán– con respecto a lo presupuestado al año anterior. Y es cierto (en términos generales, se gastan lo presupuestado).
Pero el aumento es exactamente el que corresponde de acuerdo al crecimiento de nuestro PIB, a tenor de la evolución del gasto. Es decir, aumenta el gasto proporcionalmente a la recaudación de impuestos, que es más o menos equivalente porcentualmente al aumento del PIB español. Es decir, si el PIB sube un 5%, se destina a Educación un 5% más de euros. No hay apuesta política –ni de las administraciones autonómicas, ni del Gobierno de turno– que aumente el gasto significativamente.
Lo que habría que preguntarse es qué va a pasar cuando el PIB español se estanque o descienda. ¿Seguirán subiendo los presupuestos de Educación? No parece.
Lo que sí parece es que las políticas presupuestarias en Educación no han variado sustancialmente con la finalización del traspaso de competencias: cada uno sigue gastando “lo que corresponde”. Tengo más, pues gasto más, parecen decir nuestros responsables. Claro que, gastando lo que corresponde, unos consiguen más resultados que otros.

GRÁFICAS:
1. Evolución del gasto público en Educación en relación al PIB.
2. Evolución del gasto público en Educación en términos absolutos.

FUENTE: MEC.
NOTA: El dato de 2005 es provisional.