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"Creemos que hay que vincular el éxito escolar a la convivencia"

Bàrbara Galmés Chicón (Palma, 1955). Filóloga. Directora de Instituto de Enseñanza Secundaria. Ha sido asesora durante mucho tiempo en materia de Educación del presidente balear Francesc Antich (PSOE) es la consellera de Educación y Cultura de las Islas desde el pasado verano (formación del Govern de Progrés de coalición entre PSOE, UM y Bloc).
Miércoles, 19 de diciembre de 2007
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Tiene ante sí una de las consejerías más complejas de cualquier Gobierno. Y planes e ideas para reducir el fracaso escolar, la masificación, mejorar la competencia lingüística y progresar en otros ámbitos.

Nuevas escuelas, gratuidad de los libros, fracaso y convivencia escolar, más plazas en escoletes [guarderias], tercera lengua… Parece que tienen muy claro lo que quieren hacer estos cuatro años…
Sí. Y también me he propuesto fomentar el consumo del hábito cultural. Aquí hay teatros, cines, se producen libros, pero el consumo cultural es bajo. Por eso, tras una diagnosis de la situación, nos proponemos potenciarlo.

 

Si le parece vayamos por partes. Una de sus prioridades es reducir el fracaso escolar. ¿Cómo lo harán?
La lucha contra el fracaso escolar la vinculamos a la convivencia escolar. Hemos de hacer algo por esos estudiantes que han perdido el tren y cuya forma de estar en el centro, durante el periodo de escolarización obligatoria, es ser antisistema. Por eso está a punto de crearse el Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar, desde el que se coordinarán todas las políticas en esta materia y que articulará medidas preventivas.

Por ejemplo.

Pues vamos a poner en marcha desde Educación Infantil y primer ciclo de Primaria un programa de lectura comprensiva on line. Los escolares podrán autoevaluarse, los docentes conocer si se alcanzan unos mínimos y en caso contrario tomar medidas. La familia podrá participar en el proceso. Y con este sistema el maestro podrá evaluar, mientras que con los procedimientos tradicionales no tendría tiempo.

Otras medidas.
Esta mañana mismo [lunes 10 de diciembre] hemos firmado dos convenios con la Universitat de les Illes Balears. En uno renovamos el Plan de Orientación y Transición a la Universidad (POTU) para aumentar el número de estudiantes que opte por ir a la universidad. Con el otro se impulsará la adaptación de la UIB al modelo del Espacio Europeo de Educación Superior. Y por primera vez se dirá cuál es el modelo que se necesita de profesor.

También preparan un plan para potenciar la tercera lengua.
Hay que hacer una revisión metodológica. La enseñanza de la lengua tiene por finalidad la función comunicativa. Por eso hay que poner al alumno en situación de uso de la lengua. Nuestro plan llegará con la garantías de que lo puedan poner en práctica todos los centros. Hasta ahora no ha habido suficientes profesores con suficiente dominio de una lengua extranjera para impartir una asignatura en esa lengua. Desde ahora se fomentará esa competencia en los enseñantes y se reconocerá como mérito para acceder a la carrera docente. Y para ello hemos puesto en marcha planes de formación y nuevos planteamientos metodológicos. Aumentaremos los programas de intercambio, el material on line y se seguirá con planes como las secciones europeas.

Otro de los planes estrella es la creación de plazas de 0 a 3 años.
Muy poco después de acceder a esta Conselleria me llamó personalmente el presidente Antich para instarme a que pusiera en marcha este programa. Vamos a crear 2.000 nuevas plazas de 0 a 3 años en esta legislatura y potenciar el carácter educativo de este periodo.

Un sector con una regulación pendiente.
Sí, y eso es algo que también tenemos entre nuestros objetivos. Haremos una regulación que homologue a muchas escoletes a la normativa de la LOE. Eso no significará que cierren las que no tengan la posibilidad de adaptarse a determinadas medidas, pero sí tal vez que reduzcan el número de alumnos. Y hay que homologar al personal que trabaja en estos centros. Preparamos además los estudios de Magisterio especializados en 0 a 3 años.

Escoletas para todos.
Sí, con las mismas posibilidades en todos los municipios. Aunque no queremos hacer un efecto llamada, no pretendemos que todo el mundo escolarice a sus hijos desde los 0 años. Creemos mucho en el papel de la familia como educadora. Y no todo va a ser hacer centros nuevos. Por ejemplo, los nuevos colegios que vayamos construyendo procuraremos que lleven una escoleta anexa. Crearemos una red en las que estarán todas, las públicas y las privadas, con un modelo de gestión que abaratará costes.

Hablemos de las previsiones de construcción de nuevas escuelas.
Estamos haciendo el mapa escolar, que estaba hecho en Menorca pero faltaba en el resto de islas. Para 2008 tenemos previsto el inicio de la construcción de 13 centros nuevos. Y queremos huir de la idea de hacer grandes centros emblemáticos. Vamos a asesorarnos y a buscar consensos para crear un centro prototipo que sea propio de Baleares: sostenible, fácil de mantener, con criterios de eficiencia y eficacia, aprovechamiento de la luz, de la calefacción. Adaptado a las Islas.

¿Qué prepara para solucionar el problema de la desigual distribución de los inmigrantes?

La escuela pública acoge al 80%. Aunque también es cierto que hay algunos centros concertados privados que acogen a muchos extranjeros. Hay que desterrar los guettos. Si en un aula no hay suficientes alumnos de aquí la integración es imposible.

¿Y cómo lo hará?
Las únicas medidas posibles son lentas. Hay que tener en cuenta que los niños entran en la escuela con tres años de edad y ya se quedan. Hay que crear un sistema de reserva de plazas que garantice un reequilibrio.

“Hay centros privados que hacen trampas”
¿Cree usted que hay centros privados concertados que hacen trampas en la escoarización?
Sí. Por ejemplo, a través de las guarderías anexas, de modo que cuando se trata de pedir plaza en Primaria el centro ya está colapsado. La inspección ha de actuar en estos casos.

¿Qué planes tiene en materia de redefinición del modelo de centro docente?
Quiero potenciar mucho la autonomía de los centros. El fracaso escolar, por ejemplo, se reducirá cuando cada centro pueda definir y ejecutar sus propios planes para combatirlo, considerando sus propias peculiaridades: si es un centro de costa, con mucho inmigrante, hijos tal vez de temporeros: si es un centro de Formentera, con la doble insularidad, reduciendo ratios, etcétera.

No podemos dejar de hablar de los planes de gratuidad de los libros de texto.
No quisimos plantear este programa como el sistema de que la administración educativa compra los libros, los da a las familias y ya está. Esto era inviable económicamente y no ayudaba a que se valorara el libro. Por eso hemos apostado por la reutilización.  Los padres comprarán los libros sólo una vez y se les irán dando nuevos cada curso. Si los entregan bien al final de curso el primer año se les reembolsará el coste. De otro modo tendrán que pagar los que pierdan o deterioren. Es un plan voluntario y que no se aplicará en Bachillerato donde sí que merece la pena guardar algunos libros por su contenido. Además, hay que tener en cuenta que gracias a las nuevas tecnologías vamos hacia un uso cada vez menor de los libros. Y se lo dice una enamorada de los libros.

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