La competencia es mayor para ser maestro que para trabajar como tal

Autor: Pablo ROVIRA

El curso pasado, alrededor de 150.000 maestros (incluyendo inscripciones múltiples) se apuntaron a las oposiciones docentes para una oferta del total de las autonomías de 26.020 plazas. La ratio fue de 5,7 profesores por plaza. En la Comunitat, esta ratio bajaba al 5,0. Este año, las autonomías sin lengua propia no convocan plazas de Primaria, sino de Secundaria, lo que vaticinaba, a priori, que la competencia sería mayor. Sin embargo, la ratio para las oposiciones 2008 en la Comunitat ha bajado hasta 3,6 aspirantes por plaza de maestro convocada. Y es que es más difícil ser maestro que trabajar como tal.

Así lo atestiguan las ratios para poder entrar en los estudios de Magisterio en la Comunitat Valenciana. Por poner un ejemplo, en el curso 2006-07, la Escuela de Magisterio recibió 2.531 preinscripciones para estudiar alguna especialidad de Magisterio como primera opción para una oferta total (incluyendo la extensión de Onteniente) de 640 plazas. Es decir, 3,95 estudiates competían por cada plaza. Y eso sólo si se cuentan las preinscripciones de primeras opciones, ya que el total de solicitudes que llegaron a la Escuela de Magisterio fue de 7.675. Es decir, casi doce solicitudes por vacante universitaria.

Para el próximo curso, la Universitat de València es la única que ya ha adoptado el nuevo modelo de sólo dos especialidades (Infantil y Primaria) en Magisterio. El resto de especialidades se obtendrán a través de menciones durante la carrera con la selección de asignaturas por parte del alumnado. Así, el número total de plazas aumenta a 750. El resto de universidades mantiene la estructura de las siete especialidades hasta la llegada de los nuevos estudios que convertirán Magisterio en un título de Grado.

El debate está abierto. El ritmo de amplias ofertas de empleo docente está terminando con las bolsas de titulados en Magisterio. Mientras haya interinos ‘históricos’, con muchos años de experiencia, se puede mantener el número de opositores. Pero los interinos son el setenta por ciento de los aprobados. Así, con el paso de los años, los ‘históricos’ se acercan a la jubilación o se convierten en funcionarios de carrera gracias a los puntos que dan los años de experiencia. Poco a poco los que quedan son interinos jóvenes. Así, el dato de este año puede preocupar: a pesar de que se convocan en España menos plazas de Primaria, hay menos opositores que el año pasado. ¿Qué pasará si al final ni siquiera se pueden cubrir las plazas?

Este caso hipotético no es tan extraño. Por ejemplo, el pasado curso, en Cataluña se convocaron 20 plazas del cuerpo de maestros en la especialidad de Francés. Se inscribieron 18 docentes. Este año, la oferta de Francés ha sido de 30 plazas, las mismas que oferta la Universidad de Alicante para el próximo curso.

La oferta de plazas universitarias de las especialidades de Magisterio auguran un gran futuro profesional para los futuros titulados. Para el próximo curso, las universidades públicas ofertan 1.890 plazas entre todas las especialidades.  Para las oposiciones de este año, por ejemplo, hay 1.650 plazas convocadas para el cuerpo de maestros. A esta oferta universitaria pública hay que sumar las 830 plazas de Magisterio ofertadas por la Universidad Católica de Valencia. Hay trabajo para todos, teniendo en cuenta que el sector de la Concertada y la privada también demanda profesionales para sus centros.

El filtro, por tanto, está en el ingreso universitario. Como comenta Oscar Barberá, director de la Escuela de Magisterio de Valencia, “sólo el 26% de los alumnos que pide estudiar aquí como primera opción lo consigue. En Medicina, por ejemplo, este porcentaje es menor”.

Las posibilidades laborales futuras de estos titulados se ampliarán cuando Magisterio se convierta en Grado. Por ejemplo, su titulación será como la de los docentes de Secundaria así que “también podrán estudiar el máster que les acredite para impartir clases en Secundaria o Bachillerato”.

Además, las políticas educativas siguen la tendencia de incorporar más Inglés (y, por tanto, más docentes especialistas) a la enseñanza y ampliar ésta al 0-3 años. Por tanto, “tanto Educación Infantil y como la especialidad de Lengua Extranjera tendrán una alta empleabilidad”, señala Barberá. “Nosotros proponemos multiplicar por cuatro el número de plazas de Educación Infantil”.

A juicio de Barberá, “uno de los problemas de la Educación en España es la falta de consideración social, porque a veces la enseñanza es el último recurso cuando no se consigue lo que se quiere”. Sin embargo, “quienes estudian Magisterio lo hacen porque quieren dar clase”. Por eso, “hace falta un cambio de cultura. Por ejemplo, un maestro de Inglés puede que sea el mejor preparado para ser profesor de Inglés en Secundaria”.

El efecto negativo de este positivo panorama para los maestros es cómo afectará a las políticas educativas. Si hay carencia de profesionales, el desarrollo de determinados planes de calidad de las Administraciones pueden resentirse… por falta de personal.

Evolución de las ratios del Cuerpo de maestros en las últimas oposiciones