A partir de los 14 años se frustra la aspiración profesional infantil

Autor: Cristina RAMÍREZ

La Fundación SM ha editado junto al Movimiento Junior y la Universidad Pontificia Comillas-ICAI-ICADE la Encuesta de Infancia en España, cuyos autores son Fernando Vidal y Rosalía Mota. Dicho informe refleja el panorama actual de los niños de entre 6 y 12 años de nuestro país, gracias a las opiniones que estos han vertido sobre su vida, la de los demás, sus experiencias cotidianas y las cuestiones del mundo que les preocupan.

Una de las cuestiones que se les ha preguntado ha sido su situación en el colegio y la relación con el resto de compañeros. Un 62% de los encuestados ha afirmado que nunca les han pegado pero sí son insultados con frecuencia hasta los 11 años (45%). No obstante, el 64% cree que nadie debe ser marginado en las aulas y un 57% rechaza la violencia hasta en defensa propia. Por su parte, hay una minoría que admite que sí le pegan sus compañeros de clase. Un 4% de los niños de 6 a 11 años y un 1,3% de los preadolescentes sufre conductas violentas por parte del resto de alumnos. En total 114.000 niños se encuentran en esta situación.

A su vez, la violencia es mayor en las localidades medianas y aún está más extendida en las pequeñas. En este caso, las féminas sufren menor violencia y, aunque perciben igual que existen marginados, creen en menor medida que se merezcan esa situación. La conciencia de estar marginado en su propia aula es algo mayor en los niños de clase alta y media-alta.
A pesar de que aún existe violencia en las aulas, el 87% de los niños no se sienten nunca solos en el colegio y un 77% confían en que sus amigos les defenderán en caso de amenaza. No obstante, aún hay niños con sentimiento de soledad en clase.

Además, en el macroestudio también se refleja dónde encuentran los niños su círculo de amigos. La mayoría determina que los consiguen en la escuela, donde se sienten más seguros, queridos y confiados. Pero hay entre un 10 y un 15% de menores que dicen estar solos, no tienen amigos y creen que no cuentan con nadie que les defienda frente a posibles agresiones. Esta marginalidad, según un tercio de los niños es “merecida” por alguna situación dada en las aulas. Para acabar con la soledad infantil, Fernando Vidal, uno de los autores de este estudio, afirma que es necesario “un asociacionismo juvenil, sin obligación de cumplir ningún programa educativo” con el fin de que el menor tenga más facilidad de integrarse con los demás niños.

Relación con los profesores
El vínculo con los educadores también es examinado en el estudio. De los encuestados, un 45% opina que confiaría algún problema a su profesor. La confianza en el profesor es mayor fuera de la ciudad y en las niñas. Sin embargo, la confidencialidad con su maestro desciende a medida que el menor crece. La clase social continúa siendo un factor diferencial en las aulas. Los varones y los niños de clase baja sienten más soledad en el colegio. “Donde hay pobreza económica hay pobreza de relación social”, según Vidal.

De cara a su futuro laboral, a las niñas les gustaría dedicarse a curar o enseñar, pero los niños aspiran a ser médicos, artistas o deportistas. Hay un desajuste entre lo que quieren ser ellos y lo que son sus progenitores, ya que sus padres suelen ser albañiles y sus madres dependientas u oficinistas. A medida que asciende la clase social, los pequeños aspiran a conseguir trabajos liberales: profesores, abogados o policías. Pero cuando están cerca de cumplir los 14 años ven frustrada su aspiración profesional. Es entonces cuando aumenta el porcentaje de encuestados que no saben qué responder cuando se les pregunta sobre este tema.

Otros aspectos analizados
Además, en el trabajo se han examinado otros aspectos relevantes de la infancia. En general, los pequeños forman parte de un hogar compuesto por dos progenitores y un único hermano con una sociabilidad intensa. Según los investigadores  “sus padres se interesan por los contenidos que estudian” y les ayudan con las tareas. Sin embargo aún hay 1.250.000 niños que hacen los ejercicios de clase solos. Entre sus amigos, los más próximos son los hijos de los conocidos de sus padres. Además, son muy familiares y les encantaría pasar más tiempo con sus primos. Esta familiaridad aumenta a medida que la localidad en la que viven es más pequeña.

En cuanto a la relación con sus padres, hay un 17% que están solos toda la tarde y recurren en general a la lectura, la televisión, internet o los videojuegos para entretenerse. No obstante, tal y como señaló Vidal, hay niños que se alejan del resto“por el deseo del propio menor de aislarse”, aunque tengan familiares en casa. Este es uno de los datos a los que se debe prestar más atención, ya que para evitar que los niños se encuentren solos sería necesario crear “un plan de asociacionismo en España”, como insistieron  Fernando Vidal y Rosalía Mota.