Luchamos contra el cambio climático
Autor: Vicente J. JIMÉNEZ
El sol es un astro con el que convivimos desde que nacemos y que puede pasar desapercibido. Por ello, en el CEIP “María Montessori” de Móstoles hemos desarrollado una experiencia con el sol como protagonista para que los alumnos de Educación Infantil y Primaria lo vieran como una fuente de energía limpia e inagotable.
Con la excusa del debate sobre la incidencia del hombre en el clima y la utilización de las energías alternativas, hemos visto necesario que nuestros alumnos conozcan las aplicaciones de la energía solar.
Desarrollo del proyecto
Realizamos diversas actividades adaptadas a la edad de los alumnos. Por un lado, en cada aula había un juguete que funcionaba con una placa solar fotovoltaica. Paralelamente, en el patio se instaló una central en la que los niños enchufaban sus juguetes.
Por otro lado, cada ciclo creó un mecanismo para comprobar el poder de la estrella:
· Los alumnos de Educación Infantil construyeron un mecanismo de agua potable.
· En el primer ciclo de Primaria se elaboró un invernadero con el fin de aprovechar el poder del astro para acelerar el crecimiento de las plantas.
· Por su parte, los de segundo y tercer ciclo fabricaron un colector y un horno solar respectivamente.
Además, los niños crearon sus relojes de sol portátiles y uno gigante para el colegio.
Con esta actividad los profesores hemos querido que los alumnos entiendan, cada uno según su nivel y edad, el fenómeno del cambio climático, sus causas y sus consecuencias.
Además, quisimos concienciarles de la influencia de la energía en la vida cotidiana, de forma que perciban los problemas ambientales asociados a la generación y el consumo de energía.
Por último, a través del proyecto queremos sensibilizar a la comunidad educativa de la importancia de una nueva cultura energética que haga frente al cambio climático.
Para obtener una mejor financiación del proyecto, decidimos presentarlo al concurso Investiga a través del entorno y exponlo, organizado por El Corte Inglés, en el que obtuvimos una beca de 3.000 euros.
Esta experiencia no tiene fecha de caducidad, sino que pretende servir de ayuda y estímulo a la realización de actividades que ayuden a un mejor aprendizaje y una mayor implicación de todos en el mundo que nos rodea.