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“El dogmatismo es pretender imponer el euskera por decreto”

Convesar con quienes llevan años conviviendo con la posibilidad de ser asesinados ofrece otro punto de vista –¿cómo lo diría..?– más sencillo, más pegado al terreno, menos “ideologizado”.
José Mª de MoyaMartes, 22 de septiembre de 2009
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Una de las primeras entrevistas que hice para MAGISTERIO fue a Fernando Buesa, como consejero de Educación, cuando el PNV gobernaba en coalición con el PSOE. Ahora han pasado casi 15 años. Buesa fue asesinado por ETA y la que era su viceconsejera, Isabel Celaá, ha vuelto para ocupar el puesto que dejó su compañero de partido.

¿Es consciente de que un periodista viene al País Vasco a hacer una entrevista y nota que el nacionalismo lo tiñe todo, también la Educación?
Por supuesto, sobretodo la Educación. Ha habido 13 de años de Gobiernos con departamentos de Educación nacionalistas. Yo tuve el honor de ser viceconsejera con Fernando Buesa, trabajamos mucho y sacamos adelante un pacto escolar en el 92.

¿Era otro PNV entonces?
nR. Sí, evidentemente. Nosotros teníamos un gobierno entonces con el PNV, pero era otro PNV. Aunque también los últimos tiempos fueron un poco difíciles en el mantenimiento de las relaciones. La Educación no es un terreno abonado para el debate ideológico.

¿El PNV les hubiera cedido ahora la Consejería de Educación como hizo entonces?
Pues no lo sé. Es una pregunta muy interesante porque he de decir que cuando tuvieron la oportunidad de respetar sencillamente la permanencia del partido socialista en el año 95, no lo hicieron. Aún cuando EA tenía menos representación social, la cartera de Educación se la llevó EA. Pero todo sería especular, porque no sé cómo se habría dado la negociación.

¿Usted estará deseando que se normalice todo y que se vuelva a hablar de Educación?
Exacto. Mi objetivo es devolver la Educación al sistema.

¿Hay posibilidad entonces de un pacto educativo en el País Vasco?
Yo creo que sí. Creo que en este momento hay condiciones objetivas suficientes para hacer determinados acuerdos en torno a las lenguas, a las ciencias, a proyectos estratégicos de la Educación pública, al establecimiento de medidas equitativas para tratar a los centros concertados. Hay un acuerdo importante, no firmado en papel pero sí implícito, sobre el tema lingüístico entre, por lo menos, los tres partidos más grandes de la comunidad.

Pues hay abundantes declaraciones recientes de dirigentes del PNV muy críticas con sus propuestas en materia lingüística…
No han sido tantas. Además no lo dicen las personas responsables de Educación. Ellos también están ahora por respetar el principio de libertad de los padres y madres para elegir la lengua. Y reconocer eso quiere decir que no va a haber una oferta inducida para una demanda artificial; y que el sistema va a ofertar solo aquello que los padres y madres soliciten. Eso no quiere decir que la Administración vasca en este momento esté por sembrar la Educación de modelos A, porque en los tres últimos años en el modelo A apenas ha entrado un 6%. Otra cuestión es que a través de los modelos más bilingües se puede aprender mejor y que el modelo A tiene algunas debilidades. Pero eso también lo decimos nosotros. Los padres y madres de la sociedad vasca son conscientes de que el bilingüe ha tenido alguna oportunidad mayor de situarse en la comunidad.

Es cierto que el País Vasco está año tras año liderando la tabla índice de menor fracaso escolar; sin embargo, los resultados en PISA no fuero tan sorprendentes. ¿Tuvo algo que ver la lengua?
Hay matices en este tema. Es cierto que en PISA el País Vasco en ciencias está por debajo de otras comunidades como Castilla y León o La Rioja, cuando además somos la comunidad autónoma que más gasta por alumno. Porque es evidente que tenemos que dar acomodo a todo y que el euskera ocupa lugar… Es cierto que hay un interés social en que los niños y niñas sean bilingües, pero no debería haber abusos ni excesos. No hay que ser dogmáticos en esto del euskera.

¿El dogmatismo es, por ejemplo, dar más importancia al euskera que a las matemáticas?
Exactamente. Y dogmatismo es querer imponer el euskera por decreto y pensar que fuera del modelo B no hay conocimiento.

¿Se han planteado hacer una consulta a las familias como se hizo en Galicia?
Pues no me lo he planteado, pero es un asunto a reflexionar.

¿Cuantos modelos lingüísticos quieren proponer en esta nueva etapa?
nR. Habrá tantos modelos como centros educativos. Hay que ajustarse al terreno y dar autonomía a los centros para que definan su oferta lingüística en función de lo que quieran los padres.

¿ Entiendo que el PP está en esta línea?
nR. Sí, sí, tenemos unas bases comunes y un documento con respecto al euskera en la Educación. Seamos razonables, miremos al euskera como un elemento de utilidad. Sólo se habla en el País Vasco y desde una perspectiva institucional.

Pero no hay que ser utilitarista en esto del conocimiento…
No, claro que no. Pero es verdad que el conocimiento ocupa lugar y hay otras necesidades humanas que también son importantes.

¿Si ha sido posible aquí un pacto educativo, por qué no puede serlo a nivel estatal?
La verdad es que estar detrás de la pancarta une mucho… Tengo esperanzas en que con este ministro de Educación se pueda alcanzar, aunque derechas e izquierdas siempre son muy conservadoras.

Otro concepto educativo

–Educación para todos…
“Nosotros tenemos una pretensión fundamental: que todos los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi se sientan en casa, con independencia de la ideología que tengan”.

–…o sólo para algunos
“Tenemos muy claro que el nacionalismo ha venido haciendo Educación sólo para una parte”.

–Decretos del PNV
“Si repasamos los últimos decretos, observamos que ha habido una hiperideologización. Se estaba haciendo un sistema de enseñanza más adecuado para aquéllos que eran nacionalistas”.

–La Educación, sometida
“El sistema educativo ha estado sometido a los límites del debate lingüístico y curricular: si había que poner más elementos nacionalistas o no, etcétera”.

–Debates viejos
“Son debates viejos, pasados de moda y que no arreglan nada porque confrontan sentimientos de identidad. Yo no negocio con sentimientos, negocio con la realidad y trato de acomodarme a mejorar lo que he recibido”.

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