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“Apoyamos un modelo de carrera que premie el esfuerzo y la valía”

Rodríguez critica a los gobernantes que “nos ponen a los pies de los caballos, al situar nuestra responsabilidad, dedicación y esfuerzo formativo por debajo del andamio, como hizo Corbacho”.

Diego FranceschMartes, 9 de febrero de 2010
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El pasado 29 de diciembre, el Principado de Asturias aprobó la Ley de Evaluación Docente con la oposición de tres sindicatos: Suatea, CCOO y CSI-F. Estas organizaciones creen que es inconstitucional por que no respeta el principio de igualdad –a igual trabajo, igual salario–. El presidente de ANPE en esa comunidad explica porqué la ha apoyado y las condiciones para su normal desarrollo. Además señala otros temas en los que no está de acuerdo con la política educativa del Gobierno asturiano.

¿Cómo valora la Ley asturiana de Evaluación?
En ANPE siempre hemos apostado por un modelo de carrera profesional que premie el esfuerzo formativo, la valía y la dedicación del profesorado. En coherencia con esa reivindicación hemos creído oportuno apoyar la Ley de Evaluación Docente y sus Incentivos, porque entendemos además, que pone punto final a dos años de incumplimientos, por parte de la Administración, que se negó en redondo a dar cobertura legal a la carrera profesional puesta en marcha en 2007, y por parte de determinadas organizaciones sindicales que, no estando de acuerdo con el modelo de carrera propuesto, acudieron raudos a los tribunales para impedir su desarrollo, soslayando la opinión de los 8.000 docentes que decidieron en su día adherirse a la carrera profesional.

Finalmente, decantó también nuestro apoyo favorable la necesidad de facilitar, con la apertura de un nuevo plazo, la incorporación de nuevos funcionarios. Precisamente de aquéllos que, en su día, o bien no firmaron porque fueron engañados o bien no pudieron adherirse al no abrir la Administración nuevos plazos, a causa de los recursos de aquellos sindicatos.

Como primer intento de evaluación docente a nivel estatal, ¿cree que el modelo sería aplicable a otras comunidades?
La ley asturiana se sustenta en la LOE, concretamente en su artículo 106, una norma de obligado cumplimiento en todas las comunidades. Pero lo realmente importante de la ley es que hace hincapié en la necesidad de contar con el profesorado para determinar los Planes de Evaluación, entendidos como parámetros de medición de las funciones que le son propias al colectivo.

¿Cómo se evalúa al docente y qué consecuencias tiene o tendrá esta evaluación?
La Ley nace del Acuerdo de 5 de noviembre de 2009, alcanzado entre la Administración, UGT y ANPE, tras la pertinente negociación en la Mesa Sectorial. En este acuerdo se ha pactado una evaluación simplificada y objetiva, con ítems concretos (la formación, la función tutorial, el desempeño de cargos directivos, la participación en el Consejo Escolar, la ocupación efectiva del puesto de trabajo, la participación en proyectos conjuntos de mejora o experimentación, la participación en actividades complementarias y la participación en actividades relativas a la mejora de la convivencia), ítems que responden exactamente a las tareas ordinarias del profesorado.

¿Cuál es para ustedes el modelo más apropiado de evaluación de la actividad del profesor?
El Plan de Evaluación está siendo negociado en estos mismos momentos. ANPE apuesta por la acreditación por parte del profesorado de los ítems descritos en el acuerdo.

¿Pero cuál sería el procedimiento?
El procedimiento sería la cumplimentación por el docente de un formulario de autoevaluación con preguntas de respuesta simple –sí o no– que harán referencia al cumplimiento de la tarea concreta, y que deberá ser refrendado por el secretario o el jefe de Estudios del centro, con el visto bueno del director.

¿Cuáles son los problemas más graves que presenta el sistema educativo asturiano en este momento?
Desde el punto de vista sindical, la ausencia de un interlocutor único, tras la dispersión de competencias, que ahora están repartidas entre la Consejería de Educación y la de Administraciones Públicas. Desde el punto de vista académico, nuestro objetivo fundamental es contribuir a alcanzar una tasa de fracaso escolar cero. Desde el punto de vista profesional, hemos perdido prácticamente tres años de oportunidades, debido a la negativa del gobierno a convocar la Mesa Sectorial de Educación, lo que nos ha impedido avanzar en temas fundamentales, como la reducción de la jornada laboral para los mayores de 55 años, el año sabático, las estancias formativas pagadas en el extranjero para el programa bilingüe, la mejora de la convivencia en los centros y la prórroga indefinida de la jubilación anticipada.

¿Se puede decir que es conflictivo el sistema escolar asturiano? ¿Qué grandes temas están en manos de los tribunales?
Se puede decir que, aunque nos aquejan los mismos problemas que a otras comunidades, los sufrimos en menor medida porcentual. La calidad académica de nuestros alumnos se sitúa en la media europea. Un problema acuciante, que necesita de medidas ejemplarizantes, es la necesidad de atajar los episodios de violencia en los centros, que impiden al profesor ejercer su trabajo y al alumno ejercitar el Derecho a la Educación que la Constitución le reconoce.

Pero, ¿es cierto que hay temas que han ido a los tribunales o están pendientes de resolución judicial?
Los tribunales asturianos han puesto las cosas en su sitio en múltiples ocasiones: de las últimas, la más sonada, ha sido, a instancias de ANPE, la anulación de las plantillas docentes de los centros educativos, por no haber sido negociadas en la Mesa Sectorial. Y la más reciente, la indemnización a un profesor por los daños causados al negársele un destino en el Concurso de Traslados.

Pacto educativo

¿Cree que PP y PSOE llegarán a un Pacto?
El Pacto de Estado por la Educación es ineludible por parte de los dos grandes partidos políticos. De momento, sólo se aprecian buenas palabras e intenciones entre ambos, pero escasos avances significativos. Una vez más, el gran olvidado en la negociación es el colectivo docente, lo que puede condenar el Pacto al fracaso, pues se deja de lado a quien tiene que poner en marcha las medidas que se acuerden, que es el profesorado.

¿En qué proyecto está ahora metido el sindicato ANPE?
ANPE está inmerso en una campaña constante de reivindicación de la dignificación de la función docente, de la figura del profesorado, frecuentemente denostada por la actuación de alumnos que mantienen conductas disruptivas, cuando no violentas, en los centros; la falta de compromiso de las familias; el tratamiento en los medios de comunicación, especialmente las series de televisión, en la que se ofrece una imagen distorsionada de nuestro trabajo; la falta de apoyo de nuestro empleador, la  Administración, o la actitud irresponsable de los políticos.

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