La Universidad española necesita cambios estructurales para convertirse en motor de salida de la crisis
La Fundación CYD, presidida por Ana Patricia Botín, ha elaborado por sexto año consecutivo el Informe CYD, La contribución de las universidades españolas al desarrollo. Según este estudio, "la Universidad española ha realizado un extraordinario avance en las dos últimas décadas, pero todavía debe asumir desafíos a nivel de gobernanza, financiación, internacionalización y organización del sector público investigador".
El Barómetro de Opinión CYD ‘09, integrado en el Informe, concluye que es necesario realizar un mayor esfuerzo para transmitir a la sociedad el papel protagonista que deben desempeñar las universidades en la salida de la crisis, a través de la formación, la innovación y la transferencia de tecnología.
El documento incluye la monografía “La investigación y sus actores”, que pone de relevancia la emergencia de nuevos institutos de investigación, al margen del marco funcionarial, que han alcanzado un impacto científico muy superior al de los institutos tradicionales.
El Informe también incorpora diversos rankings universitarios, en los que se destaca que la Universidad de Barcelona es la primera por calidad y por producción científica, frente a ello, ninguna web de universidad española se encuentra en el top 100 mundial.
La financiación empresarial de la I+D universitaria se incrementó un 23,1%, hasta suponer el 9% del total, media superior a la de la OCDE, y también se incrementó el número de empresas que cooperaron en innovación con la universidad.
Los fondos contratados por la RedOTRI de universidades se incrementaron en un 14%, sin embargo, el número de contratos se redujo en un 5% y la creación de spin offs disminuyó un 16,7%.