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“Tres olivos” supera barreras y apuesta por el bilingüismo

El Colegio “Tres olivos”, ubicado en el municipio de Fuencarral (Madrid), es un centro concertado donde prima la escolarización de menores con discapacidad auditiva, promoviendo su integración en el entorno escolar.
Laura del PozoMartes, 5 de octubre de 2010
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En la actualidad tiene matriculados a 900 alumnos, de los cuales 74 presentan distintos grados de sordera.

El centro, que nace de la colaboración entre la fundación Dales la Palabra y la asociación Entender y Hablar –contando con el apoyo del ayuntamiento de la localidad y de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid–, tiene puestos en marcha varios programas innovadores con los que se trata no sólo de mejorar la integración en el aula de todo el alumnado, sino de alcanzar la excelencia educativa. Así, se apuesta por la realización de evaluaciones externas –que corren a cargo de la Universidad Autónoma de Madrid–, se promueve el conocimiento científico mediante la puesta en marcha de talleres dirigidos por los padres y se fomenta la práctica del deporte gracias al club de Montaña. Además, el colegio “Tres olivos” ha hecho una decidida apuesta por la enseñanza de la lengua inglesa, sumándose al programa BEDA (Bilingual English Development and Assessment) de FERE-CECA, en el cual colabora Cambridge ESOL. Esta iniciativa, que se ofrece a los titulares de centros asociados a la patronal, tiene por objeto el incremento cuantitativo y cualitativo de la enseñanza del inglés, apoyándose en la evaluación, la formación y la implicación de toda la comunidad escolar.

Su puesta en marcha se produjo durante el curso 2009-10 y la valoración que hace su directora no podría ser más positiva, hasta el punto de plan-tear, de cara al 2010-11, la participación de los estudiantes en los exámenes de Cambridge: “Uno de nuestros objetivos de cara al próximo curso es incluir a alumnos con deficiencia auditiva en la realización de estas pruebas. Para ello, hemos venido trabajando ejercicios similares para que se vayan acostumbrando al funcionamiento del examen. La prueba sería igual que la de los demás participantes, exceptuando la de ‘listening’, ya que, por su deficiencia, ellos están exentos de hacerla. Aún así, algunos de nuestros alumnos con sordera leve, podrán realizarla”, aseguraba Adoración Juárez.

Aprender con un hándicap
Parece evidente que para un centro escolar es todo un reto el incorporar a sus dinámicas nuevas metodologías de enseñanza, pero si a eso le sumamos un elevado porcentaje de estudiantes con deficiencia auditiva, entonces se convierte en todo un desafío. ¿Cómo lo ha logrado el “Tres olivos”?

Según explicaba Adoración Juárez, la expresión oral en alumnos deficientes auditivos supone un esfuerzo añadido, por eso, para facilitarles el proceso se trabaja utilizando los sistemas aumentativos del lenguaje y se emplean vibraciones para entonar mejor las frases. En cuanto a la comprensión oral, los profesores se sirven de fichas visuales para que los alumnos asimilen mejor los conceptos.

La directora del centro concluía manifestando que el programa BEDA ha contribuido a reforzar el objetivo final del colegio, que no es otro que “dar a nuestros alumnos todas las herramientas para que puedan elegir su futuro”.

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