Portugal nos alcanza en abandono educativo
Ya lo advertimos hace unos meses y ha ocurrido. La mejora notable de Malta y Portugal y nuestro estancamiento ha producido que nuestros vecinos nos alcancen en abandono educativo temprano, según los datos publicados hace unas horas por la Comisión Europea correspondientes a 2008. La tabla de la Europa de los 27 la cerramos España y Portugal con un 31,2% y Malta con un 36,8%.
No es el momento de aburrir con cifras –la semana próxima publicaremos un amplio análisis– pero sí vale la pena reseñar algunos puntos que destaca la propia Comisión y que muestran, sin necesidad de mucho comentario, lo alarmante de nuestra situación:
1. “La actual media de la UE de un 14,4% de personas que abandonan prematuramente sus estudios oculta notables diferencias entre los países”. España duplica con creces esa media.
2. “Tres estados miembros presentan índices superiores al 30%: España, Malta y Portugal”. Sin comentarios.
3. “Casi todos los países han reducido sus índices de abandono escolar prematuro desde 2000”. Entre los pocos que no lo han hecho está España, que lo ha incrementado en casi dos puntos.
4. “Algunos países de los que presentan un alto índice también han logrado reducciones importantes: Chipre, Italia, Malta, Portugal y Rumanía”. Este es, sin duda, el dato más descorazonador: España no está en ese grupo. Nuestro país está mal pero lo que es más grave es que está estancando. En concreto, en los últimos cinco años, Malta ha reducido su tasa de abandono en 13,1 puntos, Portugal en 10 puntos y España en 0,4 puntos. No hacía falta ser profeta para augurar que Portugal nos alcanzaría, como también es evidente que Malta nos superará en dos o tres años si no hacemos algo.
Con la misma responsabilidad con la que hemos valorado positivamente algunas de las medidas impulsadas desde el Ministerio (fundamentalmente el PROA), también denunciamos que son obviamente insuficientes. Igual que pasa con nuestra economía, las cifras demuestran que nuestro país necesita reformas estructurales de nuestro modelo educativo. Se ha agotado el tiempo de esperar a que mejoren las cosas sin hacer nada.