La Junta rectifica el Programa de Calidad de acuerdo a la sentencia y CCOO se opone
La Junta de Andalucía ya ha presentado las modificaciones al Programa de Calidad e Incentivos de esta comunidad de acuerdo con lo señalado por el TSJA en una sentencia emitida como consecuencia de dos recursos de los sindicatos CSI-F y Ustea que obligan a que el programa de calidad se evalúe cada curso centrándose en objetivos curriculares. El Claustro, además, pierde la capacidad de decidir si un centro participa en el programa, pasando esta decisión al Consejo Escolar. Para CCOO, las organizaciones sindicales recurrentes “han perjudicado seriamente a los centros andaluces”.
El plan de incentivos económicos que conlleva el programa está actualmente instaurado en más del 52% de los centros públicos andaluces, un total de 1.788, con mucha menor incidencia en los institutos que en los colegios. Según el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Andalucía, José Blanco, “CCOO siempre ha defendido que sea el Claustro el órgano en el se tomen las decisiones pedagógicas a desarrollar por un centro, una cuestión prioritaria que ahora se rompe por sentencia judicial tras los recursos de CSI-F y Ustea”. El sindicato añade que “tampoco es justificable que el programa de calidad se deba evaluar cada curso escolar, ya que el proceso educativo es más amplio, por lo que difícilmente se podrán valorar adecuadamente las mejoras que logre un centro en un solo curso”.
Desde CCOO se considera que “una de las cuestiones básicas que se debe modificar del programa de calidad es el de la ponderación que se hace de los aprobados o titulados, ya que en ello intervienen otros elementos que escapan a la propia actividad docente”. CCOO considera que “si un centro se implica en proyectos de innovación educativa, mejora el grado de satisfacción de las familias, aumenta el número de estudiantes que participan en actividades extraescolares o se incrementan las reuniones que se mantienen con los padres y madres, el profesorado está trabajando adecuadamente por mejorar los resultados de sus escolares y ello debiese valer por sí mismo para una adecuada valoración del programa y, por lo tanto, en el complemento que reciba”. “Ahora, esta sentencia da instrumentos para hacer todo lo contrario”, concluye Blanco.