La crisis traza una nueva realidad educativa con más estudiantes
Y es que después de varios años en los que la bonanza económica alejó a los jóvenes de las aulas atraídos por la frenética actividad del mercado laboral, la Consejería de Educación lleva inaugurando los tres últimos cursos con una buena noticia: el aumento de las matriculaciones, especialmente en enseñanzas no obligatorias como es el Bachillerato, que este curso escolar sienta en sus aulas a un total de 25.344 alumnos.
Así, este año son más los jóvenes que desean seguir estudiando una vez que terminan sus estudios de ESO y se decantan por el Bachillerato, cuya matriculación en el curso 2010-11 experimentó un aumento del 1’5%, frente al 1’4% de la media nacional, un buen dato que este curso académico ha mejorado su marca aumentando un 3%.
Aunque esta enseñanza no es la única que encadena subidas curso tras curso. La Formación Profesional se ha convertido por derecho propio en el mejor refugio para lidiar la crisis, con lo que el curso pasado, esto es, el de 2010-11, registró un incremento de matriculación del 8% (casi dos puntos superior a la media nacional que fue del 6,5%). Este año, los estudios profesionales acumulan una subida del 5,4%. Algo ya habitual en la Región que en los dos últimos años ha visto como los estudiantes que cursan algún módulo de FP ha aumentado un 18%.
Una escalada en la que, como decimos, ha tenido mucho que ver la inestabilidad económica, pero también las políticas educativas emprendidas por el gobierno regional que, con la unión de Educación y Empleo en una misma consejería, apuestan claramente por la profesionalización de los alumnos, tal y como explicó el consejero de Educación, Constantino Sotoca, en la inauguración del curso: “este incremento pone de manifiesto el convencimiento de los alumnos de la formación es hoy por hoy el mejor camino para insertarse en el mercado de trabajo”. El titular de Educación recordó, además, que el aumento del número de alumnos en FP también se debe al incremento de la oferta educativa, pues este año académico estrena 15 títulos adaptados al Catálogo Nacional de Cualificaciones y once programas de Cualificación Profesional Inicial.
Otro dato significativo de que el perfil del sistema educativo está cambiando es el incremento de la cifra de murcianos que estudian en los centros de adultos: en sólo un año, su número ha pasado de los 17.500 a los casi 21.000.
Y para terminar de dibujar las trazas que ya evidencian la realidad educativa de los próximos años es necesario fijarse en la evolución de la matriculación del alumnado extranjero en los centros de la Región. Y es que este curso, como ya viene ocurriendo desde los dos anteriores, el número de estudiantes llegados de otros países se ha estancado, e incluso, baja ligeramente, aunque se mantiene en torno a los 34.000 alumnos. Una cifra que, con todo, continua siendo lo suficiente alta como para descuidar la atención a este alumnado.