La mejora de la calidad de la enseñanza pasa por admitir la diversidad de las aulas
Un aula en el que quepan todos. Este es, si duda, uno de los principales retos al que se enfrenta el sistema educativo actual, que ha visto cómo en los últimos años los centros deben acoger a una heterogeneidad de alumnos con necesidades diferentes. Urge, por tanto, encontrar vías que aseguren una respuesta individual para cada estudiante si lo que se quiere es establecer el modelo de escuela que demandan estos tiempos. Así, una de las formas que contribuyen a allanar el camino hacia la escuela inclusiva es poner en común proyectos, programas y buenas prácticas que pongan el acento en tratar la diferencia de una forma individual pero también integradora.
Precisamente, este fue el objetivo del Congreso Nacional sobre Diversidad, Calidad y Equidad Educativas, que congregó en Murcia a alrededor de unos 500 profesionales los días 23, 24 y 25 de noviembre. Tres días intensos de conferencias, talleres y mesas redondas donde se dieron a conocer propuestas de trabajo, experiencias, actuaciones y programas implantados en los centros educativos españoles “que propician no solo una respuesta educativa de calidad, sino también en igualdad de oportunidades, reconociendo la diversidad del alumnado como un bien de la comunidad educativa”, según se explicaba en el programa del Congreso.
Para ello, el encuentro contó con la participación de expertos en diversidad de primera fila como el catedrático de Psicología de la Discapacidad de la Universidad de Salamanca, Miguel Ángel Verdugo, quien ofreció a los congresistas las conclusiones de sus más recientes estudios a partir de la conferencia que inauguró el programa: La atención a la diversidad del alumnado: valores, derechos y calidad de vida. Durante su intervención, Verdugo resaltó la necesidad de revisar de manera teórica y crítica la aplicación de los conceptos de inclusión y calidad de vida en el ámbito educativo del alumnado con discapacidad. Por último, Verdugo hizo referencia a un modelo de calidad de vida como agente de cambio e innovación en el ámbito escolar.
Otra de las intervenciones estrella del Congreso fue la conferencia de clausura, que corrió a cargo del catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga, Miguel Ángel Santos Guerra. De esta manera, y bajo el título Equidad, diversidad e inclusión, Santos Guerra hizo una radiografía crítica de la realidad de las aulas donde, a pesar de la heterogeneidad del alumnado, la escuela sigue sustentándose en un modelo homogéneo con un currículum idéntico para todos, espacios iguales para todos, e incluso evaluaciones prácticamente iguales para todos.
El catedrático de la Universidad de Málaga reclamó un cambio urgente para que la escuela pueda atender la diversidad y animó a los docentes a que tomen las riendas, “porque está claro que el profesorado es la pieza clave de ese reto que conlleva la atención educativa de la diversidad”.
El acto inaugural del Congreso Nacional de Diversidad contó con la presencia del ministro en funciones, Ángel Gabilondo, que asistía a uno de sus últimos actos como titular de Educación. Durante su intervención, las primeras palabras de Gabilondo fueron para los 500 congresistas, a quienes agradeció su esfuerzo por poner en valor las claves de una escuela inclusiva, “pues el aula es un lugar para el conocimiento, pero también para competencias y valores, para la ciudadanía y el respeto a la pluralidad”, señaló.