España deberá reducir su abandono en 2015 del 28,4 actual al 22,6%

Ahora que ha comenzado una nueva legislatura y hay cambios de gobierno en algunas comunidades conviene recordar los deberes que nos ha puesto la UE para 2015 –dentro de solo tres años– y para 2020. El objetivo principal, y en el que está empeñando tanto el Gobierno central como el de las comunidades, es reducir el abandono temprano del 28,4 actual al 22,60 en 2015 y al 14,82 en 2020. Esa es la media de España, pero cada comunidad autónoma debe hacer un esfuerzo diferente e incluso algunas ya han alcanzado el objetivo de 2020, como el País Vasco (12,6%). Otras están cerca, como Navarra (16,8%) y la mayoría se mueven entre el 20 y el 30%. Y algunas superan el 30%: Andalucía está en el 34,7%, Baleares en el 36,7, Canarias en el 30,4, Castilla-La Mancha en el 33,2, Extremadura en el 31,7 y Murcia en el 35,5.

Uno de los acuerdos de la Conferencia Sectorial de 18 de octubre de 2010 para abordar la reducción del abandono temprano fue “integrar las diferentes actuaciones de modo que la suma de todas ellas favorezca las sinergias y con ello aumente la eficacia y la eficiencia de los recursos que se destinan a este fin”. España no se planteó formalmente este objetivo hasta 2006, con la LOE, si bien desde antes se venía insistiendo en el alto índice de fracaso de nuestros estudiantes. A partir de 2008 es cuando se proponen medidas concretas en el ámbito de las administraciones educativas, como impulsar la oferta de Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) como vía para acceder a la Formación Profesional; aumentar la oferta de FP de Grado Medio, de Artes plásticas y diseño y de enseñanzas deportivas; ofrecer a los alumnos que abandonan la ESO la posibilidad de recibir un informe del grado de adquisición de las competencias básicas; flexibilizar las vías para continuar los estudios una vez finalizada la ESO; o desarrollar medidas y programas preventivos dirigidos, expresamente, a lograr el éxito escolar, y programas específicos para aquellos colectivos en los que, por diversas razones, se generan grandes bolsas de abandono escolar temprano. Además, ahora se plantea la reforma del Bachillerato adelantando su comienzo al actual 4º de la ESO.

Entre 2007 y 2009 ya se ha avanzado algo, pues la tasa bruta de titulados en ESO ha mejorado en 4,7 puntos. El número de titulados en ESO ha pasado del 69,3%, en 2007 al 74% en el 2009, o lo que es lo mismo, se ha reducido el fracaso escolar del 30,7% en 2007 al 26%, en 2009. El Instituto de Evaluación cree que “se rompe así la tendencia al alza del fracaso y del abandono escolar en nuestro país, que se reduce significativamente, aunque los resultados no se corresponden todavía con los porcentajes deseables”. A pesar de ello, el Ministerio es cauto y en el citado informe del IE señala que “indudablemente es muy pronto para valorar resultados en términos de variaciones estables, alejadas de factores coyunturales, en las tasas de abandono a nivel estatal o a nivel autonómico, pero los datos parecen indicar que nuestro sistema educativo camina en la dirección correcta y que las políticas educativas que se están poniendo en marcha en nuestro país parecen estar en consonancia con las recomendaciones y políticas educativas comunitarias”.

En términos económicos España ha dedicado ya, al menos, 171 millones de euros a su reducción entre 2007 y 2009. Y desde 2009 se han seguido incrementando fondos. En 2010 la cantidad total aportada por el Ministerio y las comunidades fue de 121.500.000 euros. Y en 2011 el Ministerio aportó otros 45 millones. A esta última cantidad se añade el esfuerzo presupuestario de las comunidades durante ese año. Además, a todas estas cantidades hay que añadir las invertidas en el País Vasco y Navarra que, por su régimen específico de financiación, no han recibido transferencias directas del Ministerio. Con todo ello, la previsión del anterior Gobierno era muy optimista: reducir entre dos y tres puntos anuales la tasa de abandono, hasta el 15% en 2020.

A los 22 años, entre el 85 y el 90% se gradúan en ESO

• Según la Encuesta de Población Activa (el mismo método que se utiliza para estimar el abandono escolar) a los 22 años, el número de jóvenes que ha alcanzado la titulación en ESO o equivalente se mueve ya en torno al 85 o 90%, lo que demuestra que entre un 15 y un 20% de jóvenes españoles que no han conseguido el título de Graduado en ESO a los 16 años, persisten y continúan formándose mediante las ofertas de Educación no formal o diferentes pruebas de acceso a otros estudios hasta alcanzar esa titulación más tarde.
• En 2011 se incluyó en la Ley de Economía Sostenible una modificación de la LOE por la que se facilitaba la reincorporación al sistema educativo de los jóvenes que lo habían abandonado de forma prematura. Por ello establecía la posibilidad de acceder a los ciclos formativos de Grado Medio no solo para quienes estuvieran en posesión del título de Graduado en ESO o quienes hubieran superado una prueba de acceso, sino también para quienes los que superasen los módulos obligatorios de un PCPI o aquellos que superen un curso de formación específico para el acceso. Asimismo flexibilizaba el requisito de edad para el acceso a los PCPI, permitiendo el acceso a partir de los 15 años.
• Además esta ley flexibilizaba también el Bachillerato, para que los alumnos que tuviesen el título de Técnico en Formación Profesional pudiesen convalidar algunos módulos profesionales con materias de Bachillerato y obtener el título de Bachillerato por la superación de las asignaturas necesarias para alcanzar los objetivos generales de esta etapa. Además la ley flexibilizaba también, por un lado, el acceso a ciclos de Grado Superior a los que también se podía acceder poseyendo el título de Técnico y superando un curso específico.