Cataluña insta a Wert a valorar si es el momento para ampliar el Bachillerato
En un desayuno informativo organizado en Madrid por la Confederación de Padres de Alumnos (Cofapa), Rigau ha dicho que en la situación actual su apuesta se dirige a luchar contra el fracaso escolar a través de "cambios cualitativos", dejando para otro momento las modificaciones que requieren grandes inversiones monetarias. "Estamos cansados de invertir en ladrillo, hay que invertir en formación", ha dicho la consellera, al referirse a que la ampliación del Bachillerato a tres años supondría hacer obras en los centros escolares para el acondicionamiento de los edificios.
Ha añadido que en estos momentos cualquier cambio que comporte una modificación en los edificios de los centros educativos representaría una "inversión muy fuerte", y no es el momento apropiado, por lo que ha apostado por la calidad, el profesorado y el éxito escolar. También ha recordado que el programa del PP preveía la ampliación del Bachillerato, pero la realidad de la economía y del país hace "recomendable" aplazar esos cambios, ha dicho Rigau.
Asimismo, ha defendido el modelo de inmersión lingüística, porque el objetivo final es el dominio de las dos lenguas: el catalán y el castellano, y ha recordado que cuentan con el aval del Constitucional y del Parlamento catalán. Según la consellera, este tema "está resuelto" en Cataluña por las ventajas que ello conlleva y ha dicho que "es bueno" explicar este tema en Madrid como se explica en Cataluña. Preguntada por las concentraciones parciales que se han convocado en los centros educativos catalanes a partir del día 14 de este mes, ha dicho que "hasta el momento no ha habido ningún día de huelga".
En referencia a la propuesta de la Comunidad de Madrid para que las familias puedan acceder al centro educativo que deseen sin que el factor de la proximidad puntúe, ha comentado que "si aplicas la proximidad acabas haciendo guetos". A la cuestión sobre su apuesta por explicar el Estatut dentro de la materia de Educación Cívica, ha dicho que "no se pueden entender las reivindicaciones históricas sin que haya una formación previa" y ha añadido que "no hay nada mejor para evitar el adocenamiento que la formación".
Por otro lado, Rigau ha apostado por reducir a la mitad el fracaso escolar en los próximos ocho años y para ello ha considerado fundamental la apuesta por la lectura, con el fin de que al terminar Primaria los alumnos sean capaces de leer veinticinco libros al año. En el transcurso de su conferencia, Rigau también se ha referido a su objetivo de que los directores de las escuelas tengan formación acreditada en un plazo de entre cinco y ocho años, así como a la necesidad de reforzar el papel de las familias en el ámbito educativo.